martes, agosto 29, 2006
Rigurosamente cierto
El anarquista veterano, incansable reeditor de Barrett y de Kropotkin, militante de tiempos de la nueva distribución de la riqueza, estaba parado frente a la vidriera de Frávega con un anarquista joven, militante de los tiempos del consumo "manipulador". Una decena de televisores mostraban un partido del Mundial.-Esto es un asco, hay que volar todo este mundo de mierda -dijo el anarquista joven.-Ojo -contestó el anarquista viejo-: Uno de esos televisores es mío.
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