sábado, enero 15, 2022

Claudia Schvartz / De "Ávido don"




El pez en vértigo azul un ave
el poema sin lengua
la suma de inminencias en la torre que cae
como un presentimiento
es gravedad el vaivén de las estrellas
el teatro de la noche y la sorpresa
quieto existir de la extranjera
que pronuncia un paisaje en movimiento

*

   El cielo se desliza
Siempre este vaciarse del instante
Siempre soñar: la forma árbol y generaciones de árboles distintos
Otra vez singulares maneras del instante.

   El cielo se desliza. No sabe que es invierno
Y la que escribe es otra, la que observa del árbol la plegaria
y en la tierra en suspenso, un tiempo que genera.

*

de "Notas para un poema":

El río limpísimo después de la lluvia.
Nadie se ha atrevido a sentarse en el muelle a lavar
ollas.
Perfecto silencio que un trino espaciado profundiza.

Un habla tan bonita

Quiroga encallado en la selva como Conrad entre
mares

El último sol pone de bronce la casuarina.

Presa de la acción: hacer hacer

Para la confusión cada vez más grande, más arbitraria.
Más lejos de mí.
Pleno ataque compulsivo: el teléfono, las orillas
desbarrancadas, los fantasmas.
Se acerca fin de año.

(…)

Tanta luz
que la sombra se vuelve deslumbrante.

Jugando al golf con el machete con lógica perfectamente
inocente.

De lejos la casa flota.

Claudia Schvartz (Buenos Aires, 1952), Ávido don, primera edición 1999; Leviatán, Buenos Aires, 2009


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