A las campanas de Orvieto *
Signo del único dominio, de la miseria
absoluta: ¿por qué entonces, inciertas, múltiples,
sonáis, campanas, en la mañana dominical?
Al tren detenido, en la estación blanca y empapada
de esta ciudad, encerrada en su viejo silencio,
traéis, fresquísimo, un espasmo de vida.
Casas, alrededor, apartadas, calles, prados, monobloques,
pasos a nivel, canales, campos neblinosos,
son la materia, no de vuestro fugaz, intacto, sonido,
sino de una íntima y eterna dulzura vuestra...
¿Quiere decir que en el fondo del despiadado poder
hay un miedo vital, en el fondo de la resignación
un poder misterioso, y feliz, de vida?
Pier Paolo Pasolini (Bolonia, Italia, 1922 - Ostia, Italia, 1975), de La religione del mio tempo, 1961
Versión de J. Aulicino
* El poema plantea al traductor al castellano americano la cuestión de la segunda persona del plural. La versión al español clásico en uso en la Península parece más clara y más eufónica. La traducción a nuestro castellano acarrea ambigüedad en cuanto a la persona -o cosa- a quien se dirige formalmente el discurso:
A las campanas de Orvieto
Signo del único dominio, de la miseria
absoluta: ¿por qué entonces, inciertas, múltiples,
suenan, campanas, en la mañana dominical?
Al tren detenido, en la estación blanca y empapada
de esta ciudad, encerrada en su viejo silencio,
traen, fresquísimo, un espasmo de vida.
Casas, alrededor, apartadas, calles, prados, monobloques,
pasos a nivel, canales, campos neblinosos,
son la materia, no de su fugaz, intacto, sonido,
sino de una íntima y eterna dulzura suya...
¿Quiere decir que en el fondo del despiadado poder
hay un miedo vital, en el fondo de la resignación
un poder misterioso, y feliz, de vida?
A las campanas de Orvieto
Signo del único dominio, de la miseria
absoluta: ¿por qué entonces, inciertas, múltiples,
suenan, campanas, en la mañana dominical?
Al tren detenido, en la estación blanca y empapada
de esta ciudad, encerrada en su viejo silencio,
traen, fresquísimo, un espasmo de vida.
Casas, alrededor, apartadas, calles, prados, monobloques,
pasos a nivel, canales, campos neblinosos,
son la materia, no de su fugaz, intacto, sonido,
sino de una íntima y eterna dulzura suya...
¿Quiere decir que en el fondo del despiadado poder
hay un miedo vital, en el fondo de la resignación
un poder misterioso, y feliz, de vida?
Alle campane di Orvieto
Segno dell’unico dominio, della miseria / assoluta: perché allora così incerte, molteplici,/suonate, campane, nel mattino domenicale?/ Nel treno fermo, nella stazione bianca e bagnata/di questa città, chiusa nel suo vecchio silenzio,/voi portate, freschissimo, uno spasimo di vita./Case, intorno, appartate, strade, prati, palazzi,/passaggi a livello, canali, campi nebbiosi,/sono la materia, non del vostro fugace, intatto suono,/ma di una vostra intima ed eterna dolcezza.../Vuol dire che nel fondo dello spietato potere /c’è una paura vitale, in fondo alla rassegnazione / un potere misterioso, e felice, di vita?
---
Foto: Pasolini, en el set de filmación de Saló, o los 120 días de Sodoma (1975) Filmreference.com
Segno dell’unico dominio, della miseria / assoluta: perché allora così incerte, molteplici,/suonate, campane, nel mattino domenicale?/ Nel treno fermo, nella stazione bianca e bagnata/di questa città, chiusa nel suo vecchio silenzio,/voi portate, freschissimo, uno spasimo di vita./Case, intorno, appartate, strade, prati, palazzi,/passaggi a livello, canali, campi nebbiosi,/sono la materia, non del vostro fugace, intatto suono,/ma di una vostra intima ed eterna dolcezza.../Vuol dire che nel fondo dello spietato potere /c’è una paura vitale, in fondo alla rassegnazione / un potere misterioso, e felice, di vita?
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Foto: Pasolini, en el set de filmación de Saló, o los 120 días de Sodoma (1975) Filmreference.com
Imagino las calles, la neblina, la estación de tren, su dulzura. Poesìa, tomar un instante, mirarlo y luego darlo con alguna forma a los otros.
ResponderBorrarBravo Pasolini, maestro
andrea
La definición de Valery, "la poesía es esa vacilación prolongada entre el sonido y el sentido", también podría aplicarse a la traducción. La decisión que tenés tomar, Jorge, entre una u otra forma pronominal, implica decidir entre una forma arcaica ("sonáis", "traéis") y una forma que "suena" mejor a nuestros oídos ("suenan", "traen"), pero que es menos exacta, porque también se usa para la tercera del plural. El poema es magnífico y bien justifica la opción de publicarlo en las dos versiones.
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