jueves, enero 22, 2009

Dos sonetos de Petrarca




Soneto 25

Quanto più m’avvicino al giorno estremo.

Quanto al estremo más me voy llegando
qu’el ser humano suele ir breve haziendo
conozco más qu’el tiempo va corriendo,
y qu’el falso esperar me va burlando.
Y digo a mis cuidados, ya tratando
mucho de amor no iremos, porque entiendo,
que me voy como nieve deshaziendo,
lo qual alguna paz nos irá dando.
Irá también cayendo la esperança,
que devanear me ha hecho grandemente,
y la risa, y temor, el llanto, e ira:
Ansí podremos ver quan fácilmente
el hombre por lo incierto se abalança,
y como en vano a ratos se sospira.


Soneto 26

Già fiammeggiava l’amorosa stella.

Ya centelleava la amorosa estrella
por el Oriente, y la otra que celosa
hizo a Juno, no menos presurosa, rodava
rodava en Septentrión que clara y bella.
Y la vieja (aun descalça) la centella
buscava entr’el rescoldo, desseosa
aliviar de su rueca alguna cosa,
(sazón de qu’el amante se querella)
Quando llegada mi esperança al verde,
vino a mi coraçón, no por la vía
que al sueño y al dolor se havía rendido:
Quanto (ay de mí) mudada, y parescía
dezirme: por qué tu valor se pierde?
que aún estos ojos ver, te es concedido.

Francesco Petrarca (Arezzo, 1304 - Arquà, Padua, 1374)
Los sonetos y canciones del poeta Francisco Petrarcha, que traduzía Henrique Garcés de la lengua Thoscana en Castellana. "En Madrid. Impresso en casa de Guillermo Droy impressor de libros. Año 1591."


Quanto piú m'avicino al giorno extremo
che l'umana miseria suol far breve,
piú veggio il tempo andar veloce et leve,
e 'l mio di lui sperar fallace et scemo.
I' dico a' miei pensier': Non molto andremo
d'amor parlando omai, ché 'l duro et greve
terreno incarco come frescha neve
si va struggendo; onde noi pace avremo:
perché co llui cadrà quella speranza
che ne fe' vaneggiar sí lungamente,
e 'l riso e 'l pianto, et la paura et l'ira;
sí vedrem chiaro poi come sovente
per le cose dubbiose altri s'avanza,
et come spesso indarno si sospira.


Già fiammeggiava l'amorosa stella
per l'orïente, et l'altra che Giunone
suol far gelosa nel septentrïone,
rotava i raggi suoi lucente et bella;
levata era a filar la vecchiarella,
discinta et scalza, et desto avea 'l carbone,
et gli amanti pungea quella stagione
che per usanza a lagrimar gli appella:
quando mia speme già condutta al verde
giunse nel cor, non per l'usata via,
che 'l sonno tenea chiusa, e 'l dolor molle;
quanto cangiata, oimè, da quel di pria!
Et parea dir: Perché tuo valor perde?
Veder quest'occhi anchor non ti si tolle. 


Comentario a la traducción:  

"...ya Menéndez Pelayo calificó los versos de Garcés como 
incorrectos y desabridos, mal acentuados muchas veces, llenos de italianismos y lusitanismos, como quien calca servilmente en vez de traducir de un modo literal, y no se hace cargo de la diferencia de las lenguas 
"Sin embargo, traducir es siempre traicionar, produce belle infedeli como decía Gianfranco Folena. Se olvidan quienes juzgan así la traducción de Garcés de que es la única traducción completa de las rimas de Petrarca que hemos tenido desde el siglo XVI hasta la segunda mitad del siglo XX, y que el verdadero valor del texto reside en que abrió paso a la influencia de la literatura italiana, y sobre todo de Petrarca, que será tan importante a partir de ese momento. 
"Su valor como texto literario ha sido despreciado por muchos que han alterado incluso su fisonomía original, porque han olvidado que los textos literarios de nuestra historia tienen valor por sí mismos, y que la forma original no es un capricho sino que integra el texto y nos muestra también la forma en que se conoció y difundió la obra en su tiempo. Tal y como Guillermo Lohmann Villena afirma, «la versión de Garcés no es hoy pura arqueología literaria, sino que hay en ella algunas perlas que sólo necesitan de la mano amorosa que las rescate de la ganga sin valor estético» "

M.ª José Bertomeu Masiá

págs. 449-465, ISSN: 0034-849
Universidad de Valencia

Ilustración: Petrarca en un sello de correo italiano, 1974. En Filatelissimo

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