sábado, agosto 20, 2016

Raúl González Tuñón / José de San Martín escribe a O'Higgins

 











          Sólo unidos venceremos (De una carta de San Martín a O'Higgins)
                      
La sombra de la patria cruza su frente pálida.
Por la ventana ve los ágiles veleros.
Mil ochocientos treinta y tantos. Las palomas
suben como la tarde en la plazuela antigua.

Dejadme recordar suspirando que he visto
veleros y palomas y a un hombre en medio, solo,
más puro que el crepúsculo,
cerca del mueble donde yace muerto
el poncho desgarrado que anduvo en Chacabuco.

El perfil de la horca
multiplica en Europa su agudo árbol inválido.
La Santa Alianza a la ávida mandíbula borbónica
promete devolver la juventud de América.
Del general proscrito tiembla la mano augusta
llamando a la unidad de los americanos.

Los ágiles veleros
van a llevar su alerta más allá de las nubes.
Él, el Libertador, el Verdadero,
escribe entre recuerdos, bajo lámparas frías
con su mano por donde va subiendo la Muerte
en la más desolada de las habitaciones
y luego, hambriento mío,
sale a dar de comer a las palomas.

Nadie, ninguno, nadie, ni aun Simón Bolívar
-a quien siempre veré entregando a Miranda-
Ni Rosas, siervo al fin de Londres y de Viena,
vieron como él y como él golpearon
a las puertas de América, despertando al Destino.

Una derrota de carbón contempla
sobre los hombros de los cargadores,
la vieja verdulera de los muelles,
el triste actor de harina y de nostalgia,
la Librería atestada de biblias y Lutero,
y en la pequeña tienda de olores conocidos
gentes que hablan del tiempo y la desgracia.

¡Dadme esa carta! Dadme la rosa de las nieblas.
Por un caliente río de ceniza ha pasado
y del polvo del polvo de los huesos yacentes
su grito atruena América, Padre de los Relámpagos.
                  Que el sol de la Argentina
                  y la estrella de Chile lo recojan.

Raúl González Tuñón (Buenos Aires, 1905-1974), Primer canto argentino, Edición del Autor, Talleres Macland, Buenos Aires, 1945

---
Foto: Raúl González Tuñón (der.) con Héctor Yánover, c. 1973

No hay comentarios.:

Publicar un comentario