domingo, mayo 05, 2024

Geraldine Gutiérrez-Wienken / De "Las grandes margaritas de la noche"




[Debajo de la mesa
con Louise Bourgeois] *

Somos garantes de casas 
                         por las que corre el imperdible
somos el que siempre perdías 
                         y te obligaban a buscar
somos la sala de estar la mesa donde nunca estaba
somos dos debajo de la mesa miedo y cascanueces
somos él de lejos de perfil y de frontal ternura
ella su pecho de alcanfor y voz           un témpano
una lágrima en cada ojo se guarda      rueda
en objetos cotidianos el imperdible      a solas
somos Casas frágiles Casas vacías en sobremesa
somos campantes y sonantes en este mundo
somos la incidencia la visión de un maratón
somos el extranjero que sin correr nos persigue


[Té de penumbra
con Hokusai y la sempiterna ola]

36 vistas del Monte Fuji de neblina de perfil y marea sempiterna
36 veces se eleva una pared líquida de la costa de Kanagawa
36 dedos sacan sus garras de espuma blanca. 36 olas invisibles
36 xilografías sugieren el ciclo de la vida
36 asanas de orden universal y el yin-yang en su natural apogeo
36 meditaciones sobre vacío y plenitud
36 origamis desdoblan el mismo drama. 36 cirros me llevan la mano
36 expediciones de las que regreso con
el mismo fajo de cartas y sin liebres
36 ventarrones [de Ejiri en la provincia de Suruga] bastan
para innovarte: el relato es corto
36 prórrogas de papel. 36 grullas plantean nuevas leyes de
migración, yéndose por las ramas. 36 cuadernos de Kafka
36 tautologías desde que estamos en conversación
bajo mi lámpara. 36 cántigas pero nunca
nunca fue tan amargo el día de San Rafael en Córdoba
36 tarros de té de penumbra
para guarecerse mientras el encandilamiento
36 migajas bastan a mi perro guardián para entretenerse
con el idioma del pan
36 granos de arroz equivalen, en su blancura, a cien años de Einsamkeit
36 caminos de carne han transitado la niña y su perro guardián
36 mujeres parias contra un solo Zeus [Deméter / Perséfone]
36 ejercicios de claridad sin derecho a ocultar el sol
36 olimpos y una sola fruta
dulce
36 islas rezuman lo que habría que traducir pero no traducen
36 pinos rojos humedecen mi lengua
36 veces ¡oh, Hécate!, diosa liminar
- ¡diles que no me rapten! En aguas llenas.

* El Administrador se atuvo en el caso de este poema a la versión publicada en Voces periféricas pp. 131 y 132, por ser la más reciente. Las diferencias entre las dos fuentes citadas más abajo refieren tanto a cortes de versos cuanto a sustitución o supresión de algunas palabras, o al orden sintáctico (N. del Ad.)

Geraldine Gutiérrez-Wienken (Ciudad Guayana, Venezuela, 1966), Las grandes margaritas de la noche, Latin American Literature Today, n° 18, mayo de 2021; Voces periféricas. Antología de poetas latinoamericanos en Alemania, edición de Tino Berger, Equidistancias, Buenos Aires, 2024

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Foto: Geraldine Gutiérrez-Wienken Michael Wienken/Letralia

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