Ráfaga
Pero la sombra de la vela
mitiga el nombre. En su luz
se deletrea. Y como de un incendio
la red del alambrado se abre:
jardín de cuerpos
hasta mi ojo.
La gacela del emperador
Soy, a veces,
irreal, como un fantasma que sale de sí mismo.
Bailo y río en sitios desconocidos
con esas mujeres –siempre-
más jóvenes que yo: incluso en mi infancia.
Ellas no son irreales
porque están
donde están. Sin embargo hablamos,
reparto mis aspirinas y ellas
mueven las cabezas
agradeciendo.
El dolor no las detiene
en su ir y venir entre perfumes
a algún sitio cercano
a desvestirse, a jadear,
a mostrar sus ojos,
las uñas rojas de los pies en cada extremo
de las habitaciones
¿No soy irreal para ellas?
Al borde
Un cliente cae
al borde de la piedra, en mi
escalera.
Yace completamente. (¡Tu cabeza,
tu cabeza! ¡Mis vecinos!)
No está muerto –pienso,
me alegro –porque se queja.
No es grave, le digo: no se inundó
el rancho, no te torturan.
Sin embargo sale de su boca
un espanto tras otro
como si la piedra crujiera
de certezas.
Y lo real que lastima
y el cuerpo en posición fetal.
Susana Szwarc (Quitilipi, Argentina, 1954)
Polibea,
Buenos Aires, 2023
Poemas de Susana Szwarc en Otra Iglesia Es Imposible
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Foto: El Litoral, Santa Fe, Argentina
Gran poeta. Abrazos de Susana Tosso.
ResponderBorrarFelicitaciones, Susana!
ResponderBorrarPrecioso Susana, 'Bárbara' sigue hablando, puede hablar en cualquier lugar. Su voz es la que nos une. Gracias. Fuerte abrazo
ResponderBorrarAy Susana....te veo y hablo en las lecturas. Te mando un abrazo
ResponderBorrarLas ráfagas de esos cuerpos llegan también hasta los ojos del que lee. Felicitaciones y saludos.
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