Sunegilda (la Pecadora)
Recorre minuciosa con la nariz y uñas la banqueta,
la narigüela pegada al tráfico o al catarro,
los ojillos sedientos, escurridizos,
el odio lento y macerado.
Ya sólo lleva esa carraspera,
el vientre vano y arisco, el lomo gacho.
Ya sólo asoma la mohosa almohada de encías,
el mal olor de la palabra,
el pan grumoso de la lengua.
Y sin embargo aún duele ahí la conciencia,
el gozne sordo de la voz,
el tartamudo ánimo.
Ella es un ser humano en su limpieza, en su procacidad:
un grito, un desdentado ruido,
una babeante súplica pueril.
Ignorancia, El Equilibrista, México, 1994
*
De tanto en tanto,
dístico levantino,
oigo en el desatino
y el desencanto,
muy poco a poco,
rígido y descompuesto
que se funde este resto
con lo que evoco.
Cuentas claras, Ediciones sin Nombre, México, 2014
Pedro Serrano (Montreal, Canadá, 1957)
Otra Iglesia Es Imposible - Ediciones sin Nombre - Periódico de Poesía - Círculo de Poesía - Vallejo & Co. - Buenos Aires Poetry - Universidad de Cartabobo - Letras Libres - El Poeta Ocasional - La Vanguardia
Foto: Pedro Serrano, Santiago de Chile, 2017, por Jorge Aulicino
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