¿Lo que se puede tocar?
Una ruina, o una idea de lo que fue,
Tacto, un monumento.
Tengo, como un alma,
muchísimos dedos en cada mano,
en cada mano, sabiendo
cada momento,
"podría perderlos".
Soy una piel estirada
sobre una importante superficie
del mundo.
Voy a tocarte, Tacto,
con esta mano normal
a la luz del día, y voy a cerrar los ojos
para saber si es cierto. Si acierto
con el centro, no es cierto. Si no,
sigo tentando, con la esperanza
de quien tiene ganas de perderla.
Hace tiempo, vi a alguien
que sostenía en la mano, parada,
a su hija de diez meses. Me pareció
en ese momento, que tenía tacto
suficiente para mantener erguido algo
de la esperanza suya, con esos pocos dedos
empalmados suyos.
De su yo.
Soy un momento sostenido
en una Importante Superficie del Mundo.
Una superficie cultivada
y cultivada, sin año sabático
para las células, las pobres del tacto.
Mirta Rosenberg (Rosario, Argentina, 1951-Buenos Aires, 2019), "El arte de perder", 1998, El árbol de palabras. Obra reunida 1984 / 2006, Bajo la Luna, Buenos Aires, 2006
Bajo la Luna - Pre-Textos - Otra Iglesia Es Imposible - Secretaría de Cultura de la Nación - Tuerto Rey - La Izquierda Diario - La Nación - Perfil - El Poeta Ocasional - Zaidenwerg - Eterna Cadencia - Audiovideoteca de Buenos Aires/YouTube
Foto: Hernán Zenteno/La Nación
Una poeta fundamental...
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