TO SEE III
pájaros disecados en un
cielo de zinc
cubren de espuma negra ese pulmón
vacío del espejo
que apunta con su llaga
de luz dormida
en un diluvio de coñac
dinosaurios aquellos
cuerpos
sólo
ciegos pedazos de aire
Blues del amasijo, 1985
*
III
un modo de montar
cuando fundo la palabra
confundo caballo con
jinete: una sola cosa
cuando la cosa sólo
es una: el modo
la manera de montar
un oscuro caballo
cuando sola y mortal
confundo
la montura y fundo
el eterno
caballo del fluir
cuando una sola cosa
*
calle de los dibujos
Bosch y Brueghel
una atmósfera familiar
percherones
locomotoras
remolcadores
pitan y resoplan
tiran
cargados de bolsas
románicas de cúpulas
de ropa enormes
como iglesias
son imágenes escenas
tiernas lecturas
de humilde condición
una época de ocres
chapas otoñales
en árboles sin techo
los chicos pían Bosch
resoplan Bruegel
pajaritos sobre ramas
de románicos ranchos
son imágenes tiernas
de condición percherones
remolcadores
locomotoras
en los dibujos
de la calle
humildes padre Bosch madre Brueghel
encuadernados como carros
en galpones ilustran
una atmósfera una época
familiar
La muda encarnación, 1993
*
Paisaje sin concierto de las casas del barrio. Sobre todo
el fluir dislocado de los techos que delata la desarmonía
de sus habitantes. Adictos al etílico pincel, de gorda
brocha entintada, lo pintaron un día, seguramente
calígrafos disidentes del imperio, maestros viscerales
atacados por la furia.
Por allí se desliza el contrahecho, un mamotreto al que
los chinos llaman el Hombre de Pekín. “Oscuridad,
humillación, servidumbre –avanza entre brochazos y
rabiosos manchones, lanzando frases como navajazos al
aire–: Errantes y proscriptos andamos”, dice con tono
sentencioso el garabato de su boca. A su paso, cientos
de abanicos y párpados suspenden en el aire su batir de
mariposas: atruena ese vacío como una eternidad que
el viejo mamarracho recorre con sus dichos: “deseamos
y no podemos satisfacer, ambicionamos y no podemos
realizar”.
Cuando el Loco se pierde entre los escombros de la le
janía, el paisaje pierde peso, dramatismo, y en el desvío
su dibujo adquiere la alegría turística que alivia un poco
a los desheredados.
La familia china, 1999
María del Carmen Colombo (Buenos Aires, 1950)
Buenos Aires, 2024
Más poemas de María del Carmen Colombo en Otra Iglesia Es Imposible
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Foto: Hilos Editora
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