lunes, febrero 29, 2016

Franco Fortini / Para un joven jefe














Se me ocurre
que un día me dirán
de ti: lo han matado.

Bajo una pérgola una noche de verano
el buen comer los chicos las mujeres
pero nada era sereno pero no reposaban
sobre el mantel nuestras manos.

En las retículas de agencia
difícil descifrar
las pilas de ametrallados.
Sirvientes sutiles luego los enfilan
en los incineradores
de los Hilton. Pero yo

una a una conecto
las palabras como un viejo
que golpea sobre las maderas
para construir una barca inútil

yo que conozco
y mido
los nombres de los héroes secretos

tú vas cantando en la omnipotencia
desilusionada de los compañeros las noches a voz en cuello
necesidad desencadenada tu muerte

yo, mano que fue joven
mente que tembló como una rama

el garfio de hierro
que tira
de tu boca y la mía
es el mismo

Franco Fortini (Florencia, Italia, 1917–Milán, Italia, 1994), "Questo muro", Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versión de Jorge Aulicino


Per un giovane capo

M'è venuto alla mente
che un giorno mi diranno
di te: l'hanno ammazzato.

Sotto una pergola una sera d'estate
il buon mangiare i bambino le donne
ma nulla era sereno ma non requie
sulla tovaglia le nostre mani.

Nei retíni d'agenzia
difficili a decifrare
le cataste dei mitragliati.
Servi sottili poi le convogliano
negli incineratori
degli Hilton. Ma io

a una a una connetto
le parole como un vecchio
che picchia sopra i legni
per costruire una barca inutile

io che conosco
e misuro
i nomi degli eroi segreti

tu vai cantando nell'omnipotenza
delusa dei compagni le notti a squarciagola
necessità scatenata il tuo morire

io mano che fu giovane
mente che tremò come un ramo

il raffio di ferro
che trascina
la tua bocca e la mia
è uno solo.
---
Foto: Il Foglio

domingo, febrero 28, 2016

Isabella Leardini / En la lluvia...










En la lluvia que se hace extraña
irradia paz el video de fondo
hace de oración al no pensar,
si es el pensamiento el que vuelve en sí
como un hombre cabizbajo
en el umbral de quien falta.
Se vacía de mí la plaza
desierta como un verso de Racine
en el sacrificio áspero de negarse.
Hay que llegar en plena noche
con la lluvia que abre el rostro
y en la puerta darle vueltas en la cabeza
a aquel cantar de un verano en el aliento.

Isabella Leardini (Rímini, Italia, 1978), Esplendor en las sombras. Tres voces italianas contemporáneas, selección, traducción y notas de Elena Tardonato Faliere y María Cecilia Micetich, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2015
Traducción de María Cecilia Micetich

Nella pioggia che si fa estranea/ è il video sullo fondo a dare pace/ giocare da preghiera al non pensare,/ se è pensiero/ che rinviene come un uomo/ a testa bassa sulla soglia di chi manca./ Si svuota di me la piazza/ deserta come un verso di Racine/ nel sacrificio chiuso di negarsi./ C’è bisogno di arrivare a notte piena/ con la pioggia che apre la faccia/ e al cancello rigirare ancora in testa/ quel cantarsi di un’estate nel respiro.




sábado, febrero 27, 2016

Giuseppe Ungaretti / Dos poemas














Volaron

       Amsterdam, marzo de 1933

Por sobre las dunas en bandada avefrías
Volaron, y aquella tarde, demasiado vítrea,
Se rompió con metálicos reflejos
A relámpagos verdes, turquesa, púrpura.
Las avefrías bajaron aquí,
En Cerdeña invernaron, el otro día.
Las oigo, mientras caminan sin ser vistas,
Hurgando se encontraron una lombriz,
Para no perderse, es ya de noche, gritan.
Vueltas al nido, al alba mañana, lo encontrarán vacío,
Y la primera docena de huevitos
Descubiertos ("¡Calla!", "¡Despacio!") por los pilluellos,
Llevan en bicicleta a Guillermina,
Es Primavera.


Está detrás

       Amsterdam, marzo de 1933

Está detrás de las casuchas la dársena
Con las barquitas prontas a deslizarse
Por larguísimos estrechos de espejos,
Y una vela, mariposa colosal,
Ha rasado la hierba y, detrás de las casuchas,
Hay gente, trenzan con las sargas,
En las cestas ojos se entreabren, hay...

Giuseppe Ungaretti (Alejandría, Egipto, 1888-Roma, 1970), Vita d'un Uomo IX - Un grido e paesaggi, 1939-1952, Mondadori, Verona, I Edición, 1954
Versiones de Jorge Aulicino

Foto: Accadde Oggi


Volarono

       Amsterdam, Marzo 1933

Di sopra dune in branco pavoncelle 
Volarono e, quella sera, troppo vitrea, 
Si ruppe con metallici riflessi 
A lampi verdi, turchini, porporini.
Pavoncelle calate qui, 
In Sardegna svernato, l'altro giorno. 
Le odo, mentre camminano non viste, 
Che, frugando se capiti un lombrico,
Per non smarrirsi, di già è buio, stridono.
Tornate al nido, all'alba domattina.
Lo troveranno vuoto, 
E la prima dozzina degli ovetti 
Scovati ("Zitti!" "Piano!") dai monelli,
Si porta in bicicletta a Guglielmina, 
È Primavera.


È dietro

       Amsterdam, Marzo 1933

È dietro le casipole il porticciolo
Con i burchielli  pronti a scivolare
Dentro strette lunghissime di specchi,
E una vela, farfalla colossale,
Ha raso l'erba e, dietro le casipole,
Va gente, con le vetrici s'intreccia,
Nelle nasse si schiudono occhi, va...

viernes, febrero 26, 2016

Jorge Santkovsky / Dos poemas














No hay que descuidar el mundo sumergido

Desde allí surge un rumor
que alimenta los sabores,
el fuego que en la leña se adormece.

Se oculta si es nombrado,
         si se lo señala, huye.

En ese mundo
siempre somos libres,
pero allí se ignora toda sentencia,
el azar y la banalidad.



Desde jóvenes

aunque no lo sepan
las más nobles personas,
las elegidas
necesitan del abismo.

Con el correr del tiempo,
en ciertos instantes
la prisa del mundo los invade
y el brillo abandona sus ojos.

Dejan de ver la oscuridad
que habita bajo sus pies.

Es el precio
que dicen hay que pagar
por vivir aquí.

Algo se altera.
Pierden impulso
y acude un malestar
que las vuelve frágiles
ante cualquier vaivén.

Jorge Santkovsky (Bahía Blanca, Argentina, 1957)



La incomodidad,
Huesos de Jibia,
Buenos Aires, 2015








jueves, febrero 25, 2016

Robert Bly / El rostro en el Toyota
















Supón que un día ves un rostro
En un Toyota y te enamoras de él,
Y es Ella, y el mundo pasa como un rayo
Igual que el polvo que barre una calle de Montana.
Y caes hacia arriba en algún agujero profundo,
Y no puedes distinguir a Dios de un grano de arena.
Y tu vida cambia, excepto que ahora
Te desentiendes de más cosas que antes;
Y esas cosas que ignoras llegan a sepultarte,
Y te trituran, y tus padres
Ya no pueden ayudarte, y la mujer del Toyota
Se transforma en una parte del mundo que no ves.
Y ahora el grano de arena se convierte de nuevo en arena,
Y estás de pie en algún camino de montaña, llorando.

Robert Bly (Lac qui Parle, Estados Unidos, 1926), Morning Poems, Harper & Collins, Nueva York, 1999
Versión de Jonio González

Foto: Poetry Foundation

THE FACE IN THE TOYOTA

Suppose you see a face in a Toyota
One day, and you fall in love with that face,
And it is Her, and the world rushes by
Like dust blown down a Montana street.
And you fall upward into some deep hole,
And you can’t tell God from a grain of sand.
And your life is changed, except that now you
Overlook even more than you did before;
And these ignored things come to bury you,
And you are crushed, and your parents
Can’t help anymore, and the woman in the Toyota
Becomes a part of the world that you don’t see.
And now the grain of sand becomes sand again,
And you stand on some mountain road weeping.

miércoles, febrero 24, 2016

Stefan George / La palabra

















Milagro lejano o sueño
Traje al confín de mi suelo

Y aguardé a que la gris norna
El nombre hallara en su fosa -

Pude asirlo denso y fuerte
Por la marca hoy resplandece…

Tras buen viaje arribé otrora
Con rica y selecta joya

Buscó mucho y me dio aviso:
“Nada duerme aquí en abismo”

Con lo que huyó de mi mano
Y en mi suelo no hubo lauro…

Renuncia aprendí con pena:
Sin palabra nada sea.

Stefan George (Büdesheim, Alemania, 1868- Minusio, Suiza, 1933)
Versión de M. G. Burello

N. del T.: Publicado en el que sería su último poemario, Das neue Reich (El Nuevo reino), de 1928, el poema “La palabra” entre tanto se ha vuelto famoso por la conferencia que le dedicara Martin Heidegger en 1958, recogida un año después en De camino al habla. Se trata de siete pareados de arte menor y con rima consonante (de hecho muy consonante, pues todos los versos culminan con palabra monosilábica o aguda). Ambos rasgos coadyuvan a que la pieza no sólo tenga el formato de una copla, sino que incluso suene a una, con aires de canción popular y hasta infantil. Heidegger consagró a este poema en vista de su carga semántica, supuestamente luminosa, pero en sus derivas etimológicas el análisis heideggeriano no señala los aspectos sonoros, musicales (que por cierto en el original resultan obvios). El problema es que muchas traducciones también los ignoran, y aun cuando renuncian a toda métrica y rima, se toman licencias innecesarias y engañosas. Aquí intentamos una versión española cercana al original en lo formal, sin a la vez distanciarnos gran cosa en el contenido: utilizamos octosílabos y rima asonante, y reproducimos el idiosincrásico sistema de puntuación ideado por el propio poeta.

DAS WORT

Wunder von ferne oder traum
Bracht ich an meines landes saum

Und harrte bis die graue norn
Den namen fand in ihrem born -

Drauf konnt ichs greifen dicht und stark
Nun blüht und glänzt es durch die mark ...

Einst langt ich an nach guter fahrt
Mit einem kleinod reich und zart

Sie suchte lang und gab mir kund:
“So schläft hier nichts auf tiefem grund”

Worauf es meiner hand entrann
Und nie mein land den schatz gewann ...

So lernt ich traurig den verzicht:
Kein ding sei wo das wort gebricht.

martes, febrero 23, 2016

Milo De Angelis / Nuestras amadas sílabas














Nuestras amadas sílabas
que recogemos con manos apretadas
que bajan a oscuras criptas
y encuentran una nada,
rabia histórica y celeste
por aquello que no se cumple

vuestros rostros pasan
en un minuto para señalar
donde la ventana con las luces encendidas
falla en un absoluto de poesía

feroces órdenes de los cantos,
mano atónita, eternidad
quebrada por un soplo
mientras las horas sin cuerpo ordenan
líneas golpeadas en aquella permanencia.

Milo De Angelis (Milán, Italia, 1951), Esplendor en las sombras. Tres voces italianas contemporáneas, selección, traducción y notas de Elena Tardonato Faliere y María Cecilia Micetich, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2015

Nostre amate sillabe/ che raccogliamo a mani giunte/ che scendono in oscure cantine/ e incontrano un nonnulla,/ collera storica e celeste/ per ciò che non si compie// i vostri volti passano/ in un minuto da stringere/ dove la finestra dalle luci alte/ fallisce un assoluto di poesia// feroce ordine dei canti,/ mano attonita, eternità/ mancata per un soffio/ mentre le ore senza corpo comandato/ linea colpita in quella rimasta.

---

lunes, febrero 22, 2016

Alicia Silva Rey / Lo que insiste














Eso que cae como una piedra en el estanque.
Solo, en lo estancado, y emite suéter rojo con casitas bordadas, muñeca negra
sin puntillas, letra infantil para una carta en que seca una gota de sangre.
Lo que nos priva de todo lo privado, ¿sólo es real si todo nos priva cuando
un cuerpo nos quita el cuerpo? ¿Solos, así, ante la muerte?
Eso que no, que dice no y no, la incertidumbre del saber de la muerte
Lo que perturba canta. Secamente. Con dicción cómica.
Cuerpo que ha sido el pasaje del canto tardará un tiempo realmente muy...
largo en que... imposible de medir con... a pie, a caballo mecánico un vehículo
cualquiera... el muro... a cuyas puertas... tendrías... no todo entra en el marco de
una fenêtre de terciopelo, yo, por ejemplo,
he visto a un caballero comer de la suela de sus zapatos la efigie de... un
mandril a falta de una buena manzana
para arrojar como una cuña viva en el dorso (en el dorso)
de su cárabo negro.
Canta.

De ser animal, sería liebre de cuerpo.
Saltar, saltar, siempre a punto de no morir.

Alicia Silva Rey (Quilmes, Argentina, 1950)
Más poemas de este libro en El Placard

Partes del campo,
Ediciones de La Eterna,
Buenos Aires, 2015



domingo, febrero 21, 2016

Breyten Breytenbach / Espía












                                                                                      
                                                              Para Stephen L.

amigo, me preguntas cómo es esto de vivir en el exilio
¿qué te puedo decir?      
¿que soy demasiado joven para la resistencia encarnizada
o demasiado viejo para la sabiduría y la resignación
a mi Destino?
¿que soy solo uno de muchos,
los inadaptados,
los innúmeros exiliados, vagabundos,
ciudadanos de las entrañas de la tiniebla,
uno de estos “franceses con problemas foniátricos”
o acaso también que aquí me siento como en casa?

Sí, pero también diré que reconozco las moradas de la soledad,
la contaminación de los sueños, los residuos de recuerdos,
el delgado gemido de un violín
donde los ojos miran lejos y siempre más lejos,
los oídos mudos escuchan para adentro
– y que yo como un mendigo
pido la limosna de “noticias de casa”
pido la clemencia de un“¿te acuerdas?”
la misericordia de “un día de estos”
pero los recuerdos se me escapan,
las canciones se diluyen
los rostros no me dicen nada
el sueño está soñado
y como los cabellos de una mujer en busca del amor
te abandonas en una masa anónima que arrastra los pies
de revolucionarios envejecidos antes de tiempo,
de poetas sin lengua y de pintores ciegos,
de cartas sin noticias como un mar sin mareas,
de los que se ahogan en el infantilismo de los deseos,
de los que invocan espíritus con incienso,
evocan paisajes con la lengua,
y los que saben inmolarse

– ¿tengo que darle un sesgo más profundo?
¿que todos somos apenas exiliados de la Muerte
y que pronto podremos retornar a casa?
no – porque ahora comenzaré, tanteando con manos gangrenadas
a entender a los que nos precedieron
y solo te pido
en nombre de lo que tú preguntas
obrar bien con los que vendrán después de nosotros

                                               (París – Pascua de 1968)

Breyten Breytenbach (Bonnievale, Sudáfrica, 1939), "Mini-antología de poesía afrikáans, primera entrega", selección y traducciones de Jan de Jager Periódico de Poesía 84 / Noviembre 2015 México

Foto: Universidad de Pretoria



Luistervink 

                       Vir Stephen L. (Etienne Leroux)


jy vra my hoe dit is om in ballingskap te leef, vriend - 
wat sal ek dan sê? 
dat ek te jonk is vir bittere verset 
en te oud vir wysheid of berusting 
by Lot? 
dat ek tog net een van vele is 
die onaangepastes 
die heerskare van uitgewekenes, verlooptes 
burgers van die duister se derms? 
een van die 'Franse met 'n spraakgebrek?' 
of selfs dat ek my tuis voel hier? 

ja, maar ook dat ek nou die eensaamheid van kamers herken 
die bevuiling van drome, die oorblyfsels van herinneringe 
die viool se dun gekerm 
waar oë vér altyd vérder kyk 
ore tjoepstil na binnetoe luister 
- dat ek ook soos 'n bedelaar 
bid vir die aalmoese van 'nuus van die huis' 
vir die genade van 'onthou jy' 
vir die erbarming van 'een van die dae' 

maar ek onthou nie 
liedere het vervaag 
gesigte sê niks 
drome is gedroom 
en soos in die wierhare van 'n vrou in liefdesoeke 
verlaat jy jou in 'n skuifelende massa anonimiteit 
van vroegverouderde rewolusionêre 
van digters sonder taal en blinde skilders 
van briewe sonder tyding net soos seë sonder getye 
van hulle wat stik in die kindsheid van verlange 
van hulle wat geeste oproep uit die wierook 
landskappe optower uit die tonge 
die wete van die self opgooi 
- moet ek ooit 'n dieper wending gee? 
dat ons almal net ballinge is van die Dood 
om binnekort 'huis toe' te mag gaan? 

nee, want nou begin ek, tastend met onbekende hande 
hulle wat voor ons hier was verstaan 
en ek vra jou net 
in die naam wat jy vra 
om goed te wees vir hulle wat ná ons kom 

                                              Parys/Paasfees 1968

sábado, febrero 20, 2016

T. T. Cloete / La primera jugada










no tenemos viejas catedrales ni castillos,
ni ríos anchos que los grandes buques puedan navegar.
las pocas nubes que tenemos, dispersas y tenues.
no tenemos grandes megalópolis
ni extensas selvas oscuras y verdes.
nuestra historia carece de espesor y de grandes nombres

como beethoven o dante
o rembrandt o bramante

pero tenemos desiertos infinitos
y árboles grises y torcidos que clavan la pata de palo
en la arena seca y guarecen contra el sol

tenemos cursos de agua secos
y lechos de ríos primigenios con viejos nombres aborígenes
como gourits, o nombres parlantes como skrij
okameelsleep o lijersdraai

y muchos restos próximos a la primera jugada de la creación.

Y cerca del fin del mundo, en el zumbido silencioso de la noche
se oyen los aullidos fósiles de los chacales
cruza de gemido de angustia y primitiva, burlona carcajada


T. T. Cloete (Vredefort, Sudáfrica, 1924-Potchefstroom, Sudáfrica, 2015) "Mini-antología de poesía afrikáans, segunda entrega", selección y traducciones de Jan de Jager, Periódico de Poesía 86 /Febrero 2016 México


eersteworp

ons het nie ou katedrale en kastele nie,
geenbreërivierebevaarbaarvirgrootskepenie.
die min wolke wat ons het, is ylversprei.
on het nietgroot metropole nie.
ons is sondergrootdonkergroenwoude.
dun is onsgeskiedenis met min groot name

soosbeethoven of dante
ofrembrandt of Bramante

ons het min omwerklikesagtedrome

maarons het uitgestrektewoestyne
enkromgrysbome wat houtbeenvasskop
in die droë sand enkoets teen die son

ons het baiedroë lope
enoerrivierbeddings met ouinheemse name
soosgouritsenstorievertelnamesoosskrij
ofkameelsleep of lijersdraai

enbaierestenabyaan die eerste word

bywêreldseinde in die suisendestil nag
hoorjy die jakkalse se fossielskreeu
iewerstussenangstjankenprimitiewespotlag

viernes, febrero 19, 2016

Dylan Thomas / Un poema por encargo














Un sueño invernal

A menudo en las noches de invierno la luz de media luna
       ve por un ventanal
De frondas y pestañas a los hombres rascando deslizando en la tumba
Una infancia con lengua de lechuza donde hay aves y árboles fríos,

O ahogados agua abajo en las iglesias de los durmientes visitadas por peces
Observando el gritar de los mares mientras la nieve vuela
       y cabalga entre chispas,
El hielo centellea y los granos de arena patinan en las hayas.

Y a menudo por las ventanas de medianoche ve a los hombres
       con ojos invernales,
La noche conjurada de la lluvia del norte en un diluvio
       de fuegos de artificio,
La Osa Mayor levantando las nieves de su voz para quemar los cielos.

Y así los hombres duermen un camino lechoso por entre el frío,
       inmovilizan las olas
O pisan trueno y aire en un bosque sin pájaros, helado,
Sobre el párpado del norte donde sólo el silencio se mueve,

O dormidos acechan entre relámpagos y oyen hablar a las estatuas,
La lengua oculta en el jardín fundido cantar igual que un tordo
Y la blanda nevada extraer un repique del pómulo de mármol,

Ahogados que ya duermen agua y sonido abajo raspan la calle, espectros
Sumergidos en lagos donde la pesadilla de mejillas rosadas
       se mueve como un pez,
Sobre los adoquines va el Arca a la deriva, la oscuridad navega en una flota

O, quedándose quieta, trepa por la colina volada por la nieve
Cuyas cavernas guardan la astilla de marfil del toro de la nieve,
Vértebra fósil de la foca de esqueleto marino, huella helada
       del pterodáctilo.

Pájaros, árboles, osa y pez, estatuas que cantan, diluvios y focas
Se escabullen del durmiente despierto que espera en la mañana
De invierno, a solas en su mundo, viendo pasar el tráfico de Londres.

1942

Dylan Thomas (Swansea, Gales, Reino Unido, 1914 – Nueva York, Estados Unidos, 1953), PN Review 226, Volume 42 Number 2, November - December 2015
Traducción del poema y de la nota sobre el poema: Jordi Doce en Perros en la Playa

Nota sobre el poema

Este poema vio la luz en el número de la revista Lilliput correspondiente a enero de 1942; cada una de las ocho estrofas iba acompañada de una fotografía de tema invernal. Las imágenes, por este orden, eran las siguientes: una medialuna sobre una colina arbolada con jirones de bruma (de «Brandt»); la silueta de un hombre sobre un lago helado sosteniendo un hacha (a punto de hacer trizas el hielo) (de «Fox»); un oso polar exhalando vapor sobre un risco adornado con carámbanos en el foso de un zoo (de «Darchan»); tres hombres descendiendo de noche por una ladera envuelta por la niebla (de «Land»); una estatua neoclásica de una figura femenina en un parque, desnuda hasta la cintura y recubierta de hielo (de «Land»); un canal entre edificios industriales con el reflejo de una luz lejana (de «Fox»); tres alpinistas con picos y crampones ascendiendo por un glaciar (de «Brassai»); un hombre provisto de paraguas junto a una calle bulliciosa de Londres, sobre la nieve medio derretida (de «Glass»).

El artículo va precedido de un breve párrafo introductorio que aparece bajo la primera fotografía: «De entre miles de imágenes invernales hemos escogido estas ocho porque nos parecía que tenían una curiosa cualidad onírica. Se las mostramos al joven poeta Dylan Thomas y le propusimos escribir algunos versos de acompañamiento. Aquí están las imágenes y aquí está su poema». El propio Thomas hizo referencia al trabajo en una carta a John Sommerfield (6 de enero de 1942): «Me alegra que te gustaran mis versos invernales, hechos a toda prisa con mi dócil máquina Swinburne» (Collected Letters, p. 557). Hasta donde se me alcanza, este poema no ha sido recogido en libro, aunque Ferris explica la referencia en una nota a pie de página.

Como en tantas otras ocasiones, Thomas pecaba de un exceso de modestia. Aunque no es un poema tan densamente elaborado como otros de la misma época, dado su carácter de texto de encargo, «Un sueño invernal» juega imaginativamente con los motivos fotográficos de los que parte sin dejar de ser una obra autónoma con su propia lógica verbal, que anticipa un estilo posterior basado en la repetición.

John Goodby

© por la traducción: Jordi Doce


A Dream of Winter

Very often on winter nights the halfshaped moonlight sees 
Men through a window of leaves and lashes marking gliding 
Into the grave an owl-tongued childhood of birds and cold trees, 

Or drowned beyond water in the sleepers’ fish-trodden churches 
Watching the cry of the seas as snow flies sparkling, riding, 
The ice lies down shining, the sandgrains skate on the beeches. 

Often she watches through men’s midnight windows, their winter eyes, 
The conjured night of the North rain in a firework flood, 
The Great Bear raising the snows of his voice to burn the skies. 

And men may sleep a milkwhite path through the chill, struck still waves 
Or walk on thunder and air in the frozen, birdless wood 
On the eyelid of the North where only the silence moves, 

Asleep may stalk among lightning and hear the statues speak, 
The hidden tongue in the melting garden sing like a thrush 
And the soft snow drawing a bellnote from the marble cheek,     

Drowned fast asleep beyond water and sound may mark the street 
Ghost-deep in lakes where the rose-cheeked nightmare glides like a fish, 
The Ark drifts on the cobbles, the darkness sails in a fleet, 

Or, lying down still, may clamber the snow-exploded hill 
Where the caverns hide the snowbull’s ivory splinter, 
Fossil spine of the sea-boned seal, iceprint of pterodactyl. 

Oh birds, trees, fish and bears, singing statues, Arkfloods and seals 
Steal from their sleeper awake as he waits in the winter 
Morning, alone in his world, staring at the London wheels. 



A note on ‘A Dream of  Winter’ 

This poem was published in the January 1942 issue of the magazine Lilliput, one stanza under each of eight photographs on the subject of winter. The photographs were of, in sequence: a crescent moon over a hillside trees in mist (by ‘Brandt’); a man silhouetted standing on a frozen lake, holding an axe (about to hack at the ice) (by ‘Fox’); a steam-breathing polar bear on an icicle-fringed promontory in a zoo enclosure (by ‘Darchan’); three men descending a misty hillside at night (by ‘Land’); a frost-etched statues of a classical female figure, bare to the waist, in a park (by ‘Land’); a canal between factories reflecting a distant light (by ‘Fox’); three ice-pick alpinists wearing crampons ascending a glacier (by ‘Brassai’); a man holding an umbrella standing in snow beside a busy slushy London street (by ‘Glass’). 

The article is introduced by a short paragraph below the first photograph: ‘Out of thousands of winter pictures we chose these eight because they seemed to us to have a curious dreamlike quality. We showed them to the young poet, Dylan Thomas, and asked him if he would like to write some verses to go with them. Here are the pictures and here is his poem’. Thomas himself referred to the poem in a letter to John Sommerfield of 6 January 1942: ‘Glad you liked my winter verses, very quickly produced from my tame Swinburne machine’ (CL, 557). The piece has never been collected, to my knowledge, although Ferris explains the reference in a footnote. 

As so often, Thomas was being too modest. Although it is not as densely- wrought as other wartime poems, being a commercial commission, ‘A Dream of Winter’ plays imaginatively with its photographic images, but is also a stand-alone work with its own verbal logic, anticipating a later style based on repetition. 

John Goodby

jueves, febrero 18, 2016

János Pilinszky / Dos poemas



Salmo

Quien después de días de hambre
piensa en el pan,
está pensando en el pan de verdad.
Quien al fondo de un cuarto de tormentos
echa de menos la ternura,
desea la ternura de verdad.
Quien, reclinado en una almohada,
no siente que está solo,
en verdad no está solo.


Espacios

El infierno es sentir un espacio. Lo es el cielo.
Diferentes espacios. El paraíso es libre;
vemos al otro bajo nuestros ojos,
como un cuarto de sótano;
desde lo alto, bajo nuestros ojos,
como atisbando por una escalera,
por una puerta de un cuarto de sótano dejada
a propósito abierta (¿o por olvido?).
Pasa allí lo que yo, precisamente,
no puedo soportar. Tal vez apenas abran
un cajón lleno de guiñapos,
midan un cisne, cuántos kilos pesa,
o hablen de aquello, una y mil veces,
con ese único ser a quien yo amo,
de lo que no se puede ni se debe
ni hablar, ni escribir.

János Pilinszky (Budapest, 1921-1981), El reverso de la luz: cuatro poetas húngaros, traducción de Rodrigo Escobar Holguín y Vera Székács, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1999
Envío de Jonio González
---
Foto: Müpa Budapest

miércoles, febrero 17, 2016

Edgar Lee Masters / De "Antología de Spoon River", 19


Alexander Throckmorton

Cuando era joven mi alas eran vigorosas e infatigables,
pero no conocía las montañas.
En la vejez conocí las montañas
pero mis cansadas alas no podían perseguir mis sueños;
el genio es sabiduría y juventud.


Clarence Darrow

Éste es Darrow.
Inadecuadamente garabateado, con su joven, viejo corazón,
y su forma lenta de hablar, y su paradoja infinita
y su tristeza, y bondad,
y el sentido artístico que lo llevó a moldear su vida
como algo armonioso, contrario incluso a los
designios de Dios.


Ernest Hyde

Mi mente era un espejo:
veía lo que veía, sabía lo que sabía.
En mi juventud mi mente sólo era un espejo
en un coche que va muy rápido,
atrapando y perdiendo trozos del paisaje.
A lo largo del tiempo
se fueron haciendo grandes rajaduras en el espejo
dejando entrar el mundo exterior
y permitiendo que mi ser interior mirase hacia afuera.
Así es el nacimiento del alma en el dolor,
un nacimiento con ganancias y pérdidas.
La mente ve al mundo como una cosa aparte,
y el alma se hace una con el mundo.
Un espejo rajado no refleja imagen alguna,
y ése es el silencio de la sabiduría.

Edgar Lee Masters (Garnett, Kansas, EE UU, 1868 - Melrose Park, Pennsylvania, EE.UU., 1950), Spoon River Anthology, The MacMillan Company, Nueva York, 1919, ed. digital
Versiones de Jonio González

Ilustración: Caricatura de Edgar Lee Masters en Pins of Wings, Emanuel Morgan, Nueva York, 1920 Internet Archive


ALEXANDER THROCKMORTON

In youth my wings were strong and tireless,
But I did not know the mountains.
In age I knew the mountains
But my weary wings could not follow my vision--
Genius is wisdom and youth.


CLARENCE DARROW

This is Darrow,
Inadequately scrawled, with his young, old
heart,
And his drawl, and his infinite paradox
And his sadness, and kindness,
And his artist sense that drives him to shape
his life
To something harmonious, even against the
schemes of God.


ERNEST HYDE

My mind was a mirror:
It saw what it saw, it knew what it knew.
In youth my mind was just a mirror
In a rapid flying car,
Which catches and loses bits of the landscape.
Then in time
Great scratches were made on the mirror,
Letting the outside world come in,
And letting my inner self look out.
For this is the birth of the soul in sorrow,
A birth with gains and losses.The mind sees the world as a thing apart
And the soul makes the world at one with itself.
A mirror scratched reflects no image--
And this is the silence of wisdom.

martes, febrero 16, 2016

Marcel Proust / Dos poemas












Mentiras

           Lunes, a la una

La insensibilidad de la naturaleza
parece henchir lo vacuo de nuestros corazones.
Juego decepcionante de la materia ciega
en el cielo y el ópalo y los ojos, en donde,
victorioso y herido, dormitaba el amor.
Las formas del cristal, los pigmentos del iris
y el espesor del aire a ratos nos engañan,
intentando engañar nuestro dolor eterno
con la naturaleza, la mujer y los ojos.
     Y la pálida ternura
     del azul miente en el ópalo,
     en el cielo y en tus ojos.



59

Eludir la ventana, rastrear la salida
    y penetrar en el apartamento
para el señor gato, ya lo comprendéis,
    fue cosa de un momento.

    (Adaptación de La Fontaine) 201

Marcel Proust (Neuilly-Auteuil-Passy, Francia, 1871-París, 1922), Poesía completa, traducción de Santiago R. Santerbás, Cátedra, Madrid, 2012


201: En el original: Lafontaine hasrangé (Lafontaine arreglado). Hasrangé es una caprichosa deformación ortográfica de arrangé (arreglado o adaptado). Esta breve parodia del célebre fabulista Jean de la Fontaine (1621-1695) iba incluida en una carta enviada a Reynaldo Hahn entre el 14 y el 20 de agosto de 1906 (M. Proust, Correspondence VI, pág. 185) [Nota del traductor]




Mensonges

            Lundi à une heure

L'insensibilité de la nature entière
Ainsi semble combler le vide de nos coerurs.
C'est un jeu décevant de l'aveugle matière
Dans l'opale et le ciel et les yeux où, vainqueur
Et tour à tour blessé, semblait rèver l'amour.
La forme des cristaux, le pigment des prunelles,
Et l'èpaisseur de l'air nous trompent tour à tour,
Essayant de tromper dos douleurs éternelles
À travers la nature, et la femme, et les yeux;
     Et la tendresse du bleu pále,
     Est un mensonge dan l'opale
     Et dan le ciel et dans vos yeux.



59

De tourner la fenêtre, de dépister l'issue
    Et de pénétrer dans l'appartement,
Notre maître matou vous le pensez bien
    N'en eut que pour un moment.

    (Lafontaine hasrangé)

lunes, febrero 15, 2016

M.G. Burello / Scardanelli en la torre

           








                                                     In Namen Hölderlins!


Mugre en las uñas. Soledad.
Cadáveres de héroes griegos en el ropero y bajo la cama, quizás.
Scardanelli va de la silla al sillón, del sillón a la mesa, de la mesa a la silla:
prisionero de sí mismo bajo falsa identidad,
viajero del tiempo en una cápsula despojada.
Por la ventana discurre el serpeante Neckar, ese río romántico,
y más allá hay paisajes con bosques, ríos, montañas,
y gente en un plano general, a la distancia.
Sus ojos, que lo han visto todo (catástrofes y espejismos,
viñedos y cementerios, amantes y traidores,
montes teutones y llanos galos),
ya no distinguen nada en particular,
cual si en cansadas pupilas sólo hubieran de albergarse
imágenes sin fondo, alegorías cuya clave interpretativa
se hundió con el dios o el sacerdote que la supo forjar.
La tentación del líquido abismo ahí abajo no lo empalaga, tampoco;
se ha resignado a la senilidad, esa especie de muerte en vida.
De tarde en tarde garabatea versos ocasionales
con caligrafía sospechosamente esmerada,
y cuando puede azota el piano o sopla la flauta,
como un músico que sólo quiere ejercitarse
en busca de mejor digitación o ventilación.
Pues procede sin plan ni partitura, procede
sin procedimiento alguno; la mecánica vital no ostenta cifra.
Dicen que los ángeles dejaron de dictarle, y los demonios
muy esporádicamente invaden sus sueños,
susurrándole al oído profecías en glosolalia.
¡Hasta Dionisio detuvo su marcha y lo contempló desde el umbral,
consternado, reteniendo el llanto,
sin atreverse a pisar la guarida de un presunto apóstata!
Cuando hoy un visitante le pide un poema,
él finge evocar enseguida temas sublimes,
que por esencia no puede abarcar;
condesciende entonces a ponderaciones, acaso irónicas,
y cuadros estacionales que no condicen con el momento del año.
Y así se van los días y las décadas, arroyos y raudales
de una moneda devaluada o fuera de circulación: el tiempo,
un tenaz alargamiento de una equívoca leyenda
en casa de un sensible ebanista suabo.
Otoño, verano, invierno, primavera…
en la serena grafía del tormento acendrado
ya no hay peros y sobreabunda el cuándo,
y el sujeto que enuncia se ha esfumado en cenizas,
apaleado por Apolo, por paisanos y por compatriotas,
resentido y loco,
resiliente y sabio.

Nadie lo imaginaba, pero en esa habitación de alto,
el logos, por única vez, estaba capitulando.

M.G. Burello (Haedo, Argentina, 1969), Buenos Aires Poetry
Vía Jorge Santkovsky



domingo, febrero 14, 2016

Mark Weiss / Traducido















En el exilio, ¿te cuentan cosas
horribles sobre tu tierra y
te retorcés las manos? ¿le das
la espalda y empezás, como quien dice, una
nueva vida?

*

Como si el lenguaje-del-cuerpo tuviera acentos,
que los tiene, el extranjero fácilmente identificable
del otro lado del campo.


Pero aquí, mirando a la camarera irlandesa que espera el trago,
el brazo flexionado de tal modo que el antebrazo se apoya en el esternón,
curvada la muñeca, los dedos
jugueteando con un collar.
Uno pensaría que duele, pero la pose
tiene años de práctica detrás,
la línea que va del gesto a la danza,
de representación a enunciación.

Hablaba los gestos
de su tierra nativa.

Y aquella lo hacía después de tres generaciones.

*

De pronto me encuentro imaginando
a mis amigos descuartizados, des-
membrados, pesadillas del
noticiero de la noche,

e imagino las últimas palabras,
a Carlos anotándolas
porque yo estoy más allá de la escritura. "Siempre fui un
arlequín", digo,
demasiado absorto para encontrar la palabra justa.

Qué clase de legado sería ese,
con la suerte que he tenido:
todos los sonidos del mundo para elegir.

*

Siempre desconcertado por la exclusión de la pasión de la vida cotidiana.
Imposible imaginar cómo estallaría el instinto
a través de tales vidas, cubrirse,
una forma de negarse.

*

Incluso ahora tus labios recuerdan
cuando eran capullos.
Y yo recuerdo cuando decía
"Tus labios son capullos".

*

La cultura y su malestar.
Es cuestión de grado, no es cierto.
El tema es la complicidad, no es cierto.

*

Dos chicos en un porche oscuro
novian y fuman y tosen
enfrente, esperando que la noche y sus
brisas dispersen
toda prueba.

*

Poner nombre a un lugar por las primeras palabras oídas allí. Entonces
lo que llamo “granada” lo llamás
“rubicunda”, o “fue”, y el noviazgo deviene
intercambio de nombres.
Embelesado, qué encantador que lo que llamás
"cartapacio" yo llame
"peso", aunque ambos
nademos allí. Al traducir deseo,
echo mano a "porra", ese monte que
te encanta que toque, el izquierdo, y su compañero,
"compasión".

*

Cada palabra una suerte de conquista.

Mark Weiss (Nueva York, Estados Unidos, 1943-2023)
Versión de Judith Filc
Foto y otros poemas en Jacket 2


TRANSLATED

In exile do you hear
horrible stories from the homeland and
wring your hands? do you
turn your back and begin to make as they say
a new life?

.

As if body-language had accents,
which it does, the stranger easy to spot
across the field.

But here, watching the Irish barmaid wait for the drink, her arm
folded so that forearm rests against sternum, wrist
curled, her fingers
toying with a necklace.
One would have thought it painful, but the stance
has years of practice behind it,
the line from gesture to dance,
depiction to enunciation.

She spoke the gestures
of her native land.

And that other one did so after three generations.

.

I suddenly find myself imagining
my friends torn, dis-
membered, nightmares
from the evening news,

and imagine last words,
Carlos taking them down
because I'm beyond writing. “I have always been
a harlequin,” I say,
too distracted to find the right phrase.

What kind of legacy would that be,
lucky as I've been,
all the sounds of the world to choose from.

.

Always puzzled by the separation of passion from the everyday.
Impossible to imagine the way instinct could erupt
through such lives, clothing itself
a form of refusal.

.

Even now your lips remember
when they were blossoms.
And I remember when I would say
“Your lips are blossoms.”

.

Civilization and its discontents.
It's a matter of degree isn't it.
Complicity's the point isn't it.

.

Two kids on a dark porch
court and smoke and cough
across the street, expecting the night
and its breezes to disperse
whatever evidence.

viernes, febrero 12, 2016

Marin Sorescu / Shakespeare













Shakespeare creó el mundo en siete días.
En el primero hizo el cielo, los montes, los abismos
Del alma.
En el segundo hizo los ríos, los mares, los océanos
Y demás sentimientos,
Y se los entregó a Hamlet, Julio César , Cleopatra y Ofelia,
A Otelo y otros,
Para que se enseñorearan en ellos con sus sucesores
Por los siglos de los siglos.
El tercer día reunió a todos los hombres
Y les enseñó los gustos:
El gusto de la felicidad, el gusto del amor, el gusto
De la desesperación,
El gusto de los celos, el gusto de la gloria.
Entonces fue que negaron unos individuos que se habían retrasado.
El Creador les acarició, compasivo, la cabeza,
Y les dijo que no les quedaba sino hacerse
Críticos literarios
Y negar su obra.
El cuarto y el quinto día los reservó a la risa.
Liberó a los payasos
Para que hicieran sus cabriolas
Y dejó a reyes, emperadores
Y otros infelices divirtiéndose.
El sexto día solucionó unos problemas administrativos:
Desencadenó una tormenta,
Enseñó al rey Lear
Cómo llevar su corona de paja.
Habían quedado algunos desechos del génesis
Y creó a Ricardo III.
El séptimo día echó una mirada para ver si le quedaba algo por hacer.
Los directores de teatro ya habían llenado la tierra con carteles,
Y Shakespeare consideró que después de tanto esfuerzo
Valía la pena ver también él un espectáculo.
Pero antes de esto, sintiéndose sumamente agotado,
Se fue a morir un poco.

Marin Sorescu (Bulzeşti 1936, Bucarest 1996)
Versión de Omar Lara (Chile)
Vía Jorge Santkovsky / Otras criaturas poéticas

Foto: Fundación Marin Sorescu


Shakespeare

Shakespeare a creat lumea în sapte zile.

În prima zi a facut cerul, muntii si prapastiile sufletesti
În ziua a doua a facut rîurile, marile, oceanele
Si celelalte sentimente –
Si le-a dat lui Hamlet, lui Iulius Caesar, 
lui Antoniu, Cleopatrei si Ofeliei, 
Lui Othelo si altora, Sa le stapîneasca, ei si urmasii lor, 
În vecii vecilor.
În ziua a treia a strîns toti oamenii
Si i-a învatat gusturile:
Gustul fericirii, al iubirii, al deznadejdii, 
Gustul geloziei, al gloriei si asa mai departe, 
Pîna s-au terminat toate gusturile.

Atunci au sosit si niste indivizi care întîrziasera.
Creatorul i-a mîngîiat pe cap cu compatimire, 
Si le-a spus ca nu le ramîne de cît sa se faca
Critici literari
Si sa-i conteste opera.
Ziua a patra si a cincea le-a rezervat rîsului.
A dat drumul clovnilor
Sa faca tumbe, 
Si i-a lasat pe regi, pe împarati
Si pe alti nefericiti sa se distreze.
În ziua a sasea a rezolvat unele probleme administrative:
A pus la cale o furtuna, 
Si l-a învatat pe regele Lear
Cum trebuie sa poarte coroana de paie.
Mai ramasesera cîteva deseuri de la facerea lumii
Si l-a creat pe Richard al III-lea.
În ziua a saptea s-a uitat daca mai are ceva de facut.
Directorii de teatru si umplusera pamîntul cu afise, 
Si Shakespeare s-a gîndit ca dupa atîta truda
Ar merita sa vada si el un spectacol.
Dar mai întîi, fiindca era peste masura de istovit, 
S-a dus sa moara putin. 

jueves, febrero 11, 2016

George Herbert / Aflicción














Cuando por vez primera mi corazón tentaste
me pareció un magnífico servicio:
fue mucha la alegría que así me procuraste,
sumada a los deleites naturales
que a mí la suerte quiso en esta vida darme,
realzados más aún por tus graciosos dones.

Miré toda tu hacienda y era tan hermosa,
que por hermosa para mí la tuve:
los gloriosos enseres que tu hogar contenía
me enredaron; tentáronme hacia ti.
Los astros hice míos: y juntos cielo y tierra
pagaron mi salario con un mundo de dicha.

¿Qué placer me faltaba del Rey al que servía?
¿Qué gozo no tenía por amigo?
Disipó la esperanza todos mis pensamientos
de pesar o de miedo. Y siendo así,
mi alma, caprichosa, prendió en aquel lugar;
tu rostro fue a buscar su fiera juventud.

Al principio me diste tu leche y tus dulzuras;
cuanto se me antojaba yo lo hacía:
mis días se cubrieron de flores y ventura;
todos los meses eran siempre mayo.
Mas creció con los años, sinuosa, la tristeza,
y condenó al dolor a quien no lo esperaba.

Y mi carne doliente le dijo así a mi alma,
la enfermedad mis huesos va quebrando;
me corre por las venas la fiebre que consume,
afinando mi aliento con gemidos.
Pesar fue toda el alma; de no ser por la pena,
apenas si creyera estar siquiera vivo.

Recobré la salud, me quitaste la vida,
y aún más; que a mis amigos vi morir:
la agudeza perdí, hasta el filo mellado
de un cuchillo servía más que yo.
Así que, enjuto y flaco, sin protección ni amigo
me arrastraron los vientos y todas sus tormentas.

Mi espíritu y mi cuna prefirieron guiarme
por la senda que lleva a la ciudad,
mas Tú me revelaste un libro duradero,
y luego me envolviste en una toga.
Caí en la maraña de un mundo de discordia,
hasta cobrar las fuerzas para cambiar mi vida.

Amenacé a menudo con levantar el cerco,
sin sonreír en todos estos años,
mas mi rabia supiste fundir y disipar
envuelta en alabanzas académicas.
Tomé tu dulce píldora, hasta llegar allí
donde huir no podía, ni aun perseverar.

Mas fuera yo tal vez demasiado feliz
en mi infelicidad, pues de mi purga
haciendo mi alimento, arrojaste tú entonces
nuevos padecimientos sobre mí.
Me elude tu poder y mi senda extravía
sin que tus propios dones me hagan ningún bien.

Aquí estoy, lo que tú conmigo vas a hacer
no está escrito en ninguno de mis libros:
leo, suspiro y pienso: ojalá fuera un árbol;
pues seguro que entonces crecería
hasta dar sombra o fruto: al menos algún ave
haría en mí su nido, y yo sería justo.

Mas, aunque tú me turbas, por ti debo ser manso;
en la debilidad debo ser fuerte.
Bien está, buscaré otro señor, a él
iré, le ofreceré entrar a su servicio.
¡Oh, mi querido Dios! Del todo me olvidaste,
no dejes que te ame, si yo a ti no te amo.

George Herbert (Montgomery, Reino Unido, 1593 – Bemerton, Reino Unido, 1633), Antología poética, Animal Sospechoso, Barcelona, 2014. Versión de Misael Ruiz Albarracín y Santiago Sanz
Envío de Jonio González

Imagen: s/d

AFFLICTION 

When first thou didst entice to thee my heart,
I thought the service brave:
So many joyes I writ down for my part,
Besides what I might have
Out of my stock of naturall delights,
Augmented with thy gracious benefits.

I looked on thy furniture so fine,
And made it fine to me:
Thy glorious houshold-stuffe did me entwine,
And 'tice me unto thee.
Such starres I counted mine: both heav'n and earth
Paid me my wages in a world of mirth.

What pleasures could I want, whose King I served?
Where joyes my fellows were.
Thus argu’d into hopes, my thoughts reserved
No place for grief or fear.
Therefore my sudden soul caught at the place,
And made her youth and fiercenesse seek thy face.

At first thou gav'st me milk and sweetnesses;
I had my wish and way:
My dayes were straw’d with flow'rs and happinesse;
There was no moneth but May.
But with my yeares sorrow did twist and grow,
And made a partie unawares for wo.

My flesh began unto my soul in pain,
Sicknesses cleave my bones;
Consuming agues dwell in ev'ry vein,
And tune my breath to grones
Sorrow was all my soul; I scarce beleeved,
Till grief did tell me roundly, that I lived.

When I got health, thou took'st away my life,
And more; for my friends die:
My mirth and edge was lost; a blunted knife
Was of more use then I.
Thus thinne and lean without a fence or friend,
I was blown through with ev'ry storm and winde.

Whereas my birth and spirit rather took
The way that takes the town;
Thou didst betray me to a lingring book,
And wrap me in a gown.
I was entangled in the world of strife,
Before I had the power to change my life.

Yet, for I threatned oft the siege to raise,
Not simpring all mine age,
Thou often didst with Academick praise
Melt and dissolve my rage.
I took thy sweetned pill, till I came neare;
I could not go away, nor persevere.

Yet lest perchance I should too happie be
In my unhappinesse,
Turning my purge to food, thou throwest me
Into more sicknesses.
Thus doth thy power crosse-bias me, not making
Thine own gift good, yet me from my wayes taking.

Now I am here, what thou wilt do with me
None of my books will show.
I reade, and sigh, and wish I were a tree;
For sure then I should grow
To fruit or shade: at least some bird would trust
Her houshold to me, and I should be just.

Yet, though thou troublest me, I must be meek;
In weaknesse must be stout.
Well, I will change the service, and go seek
Some other master out.
Ah my deare God! though I am clean forgot,
Let me not love thee, if I love thee not.

miércoles, febrero 10, 2016

Lewis Carroll / Dos poemas















Cómo el pequeño cocodrilo

¡Cómo el pequeño cocodrilo
cuida su cola brillante,
y vierte las aguas del Nilo
en cada escama dorada!

¡Qué alegre parece sonreír,
qué bien despliega sus garras
y acoge a los pececillos,
con sonrientes mandíbulas!



Cuando la desolación arrebató a su llorosa presa

"Cuando la desolación arrebató a su llorosa presa
del desolado imperio del día sin esperanza;
cuando toda la luz, arrojada por ilusión sin brillo,
sólo sirvió para dar vida a la pútrida piedra;
cuando los monarcas, menguando a la confusa vista,
desmoronados se desvanecieron en la negra noche;
cuando el crimen acechaba fuera con sedientos pasos,
y destellaba en rojo la espada jamás saciada:
en hora tal tu grandeza habría de verse -
es decir si esa hora hubiese existido -
En esa hora cantarán tus alabanzas,
si no mi gente, muchos de lengua más valiosa;
y te mirarán los hombres admirados
¡cuando llegue esa hora, pero no hasta entonces!"

Lewis Carroll (Daresbury, Inglaterra, 1832-Guildford, Inglaterra, 1898), Poemas, traducción de Raquel Lanseros, Valparaíso Ediciones, Granada, 2015


How doth the little crocodile

How doth the little crocodile
Improve his shining tail,
And pour the water of the Nile
On every golden scale!

How cheerfully he seems to grin,
How neatly spread his claws,
And welcomes little fishes in,
With gently smiling jaws!


When Desolation snatched her tearful prey

"When Desolation snatched her tearful prey
From the lorn empire of despairing day;
When all the light, by gemless fancy thrown,
Served but to animate the putrid stone;
When monarchs, lessening on the wildered sight,
Crumblingly vanished into utter night;
When murder stalked with thirstier strides abroad,
And redly flashed the never-sated sword;
In such and hour thy greatness had been seen -
That is, if such abd hour had ever been -
In such and hour thy praises shall be sung,
If not by nime, by many a worthier tongue;
And thou be gazed upon by wondering men,
When such and hour arrives, but not till then!"

martes, febrero 09, 2016

Erik Satie / El pulpo













El pulpo está en su caverna.
Se divierte con un cangrejo.
Lo persigue.
Se le ha atragantado.
Despavorido, se pisa los pies.
Bebe un vaso de agua salada para recuperarse.
Esa bebida le sienta muy bien
y le cambia las ideas.

Erik Satie (Honfleur, Francia, 1866 - París, 1925), Cuadernos de un mamífero, Acantilado, Barcelona, 2006
Traducción de María del Carmen Llerena
Envío de Jonio González

Ilustración: Erik Satie por Suzanne Valadon, 1893 (detalle)

domingo, febrero 07, 2016

Charles Simic / Reino tranquilo














El pájaro me observa
dormir
desde la rama de un manzano
en flor.

Un mirlo
contra el cual mi madre
acumula rocas
en los baches del camino.

***

Y entre los sauces
agua
tan clara
que hace que todos teman
mirarla.

Mi hermana dice que si bebo
de esa agua moriré.
Es por eso por lo que late el corazón:
para enturbiar el agua.

Charles Simic (Belgrado, 1938), Classic Ballroom Dances, George Braziller, Nueva York, 1980.
Versión de Jonio González


PEACEFUL KINGDOM

The bird watches me
sleep
from the branch of an apple tree
in bloom.

A blackbird
against whom my mother
gathers rocks
in the ruts of the road.

***

And among the willows
water
so clear
it makes everyone afraid
to look at it.

My sister says if I drink
of that water I will die.
That's why the heart beats:
to muddy the water.

sábado, febrero 06, 2016

Luca Argel / Dos poemas











HACE CUÁNTO TIEMPO NO ME CORTABA EL DEDO
CON UN PAPEL

prefiero que me enseñes frases
en cantonés
todos los proverbios
yo hablaría a través de proverbios
habría un proverbio para cada cosa
uno para dar los buenos días
otro para pedir permiso
otro para preguntar la hora
otro para pedir cien gramos de queso de cabra
en los mercados de macau
habría un proverbio para atender el teléfono
un proverbio para disculparse por la demora
e incluso uno para avisar
que dejé tus llaves en aquel lugar que acordamos
en caso de que algo ocurriera
y el proverbio sería algo así c
omo a nadie despierta el canto
de un pájaro remoto


LA FLECHA DE HIELO DE BORGES ES LA ÚLTIMA HISTORIA
MAL CONTADA

que usas cuando todos
ya se cansaron del hombre
que sostiene un palito
en medio del desierto
cuando todos ya se cansaron del hombre
que enciende un mechero dentro del cajón
cuando todos ya se cansaron del hombre
que usa el ascensor solamente
en días de lluvia — y de pronto
comienzan a preguntarse
qué son finalmente estos frascos
de remedios coloridos
desparramados por el suelo de tu sala.

Luca Argel (Río de Janeiro, Brasil, 1988)





Me olvidé de fijar el grafito,
traducción de Aníbal Cristobo,
Kriller71 ediciones,
Barcelona, 2015








HÁ QUANTO TEMPO EU NÃO CORTAVA O DEDO COM PAPEL prefiro que você me ensine / frases em cantonês / todos os provérbios / eu falaria através de provérbios / haveria um provérbio para cada coisa / um para dar bom dia / outro para pedir licença / outro para perguntar as horas / outro para pedir cem gramas de queijo de cabra / nos mercados de macau / haveria um provérbio para atender o telefone / um provérbio para se desculpar pelo atraso / e ainda um para avisar / que eu deixei as suas chaves / naquele lugar que nós combinamos / caso algo acontecesse / e o provérbio seria algo como / a ninguém acorda o canto / de um pássaro remoto

A FLECHA DE GELO DE BORGES É A ÚLTIMA HISTÓRIA MAL-CONTADA que você usa quando todos / já se cansaram do homem / segurando um palito / no meio do deserto / quando todos já se cansaram do homem / acendendo um isqueiro / dentro do caixão / quando todos já se cansaram do homem / usando o elevador apenas / em dias de chuva - e de repente / começam a se perguntar / o que são afinal estes vidrinhos / de remédios coloridos / espalhados pelo chão da sua sala.



viernes, febrero 05, 2016

Ezra Pound / Comisión













Id, cantos míos, al solitario y al insatisfecho,
id al de nervios destrozados y al esclavo de las convenciones
y llevadles mi desprecio por sus opresores.
Id como una gran ola fría
y llevad mi desprecio por los opresores.

Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de los no-imaginativos
hablad contra las cadenas.
Id a la burguesa que muere de aburrimiento,
id a las mujeres en los suburbios.
Id a los casados horrendamente,
id a aquellos que encubren su fracaso,
id a los cónyuges sin suerte,
id a la esposa comprada,
id a la mujer vinculada.

Id a los que son de una fina lujuria,
id a aquellos cuyos finos deseos se frustraron,
id como una plaga sobre la estupidez del mundo;
id con vuestro filo en contra de esto,
reforzad las cuerdas sutiles
y llevad confianza a las algas y tentáculos del alma.

Id amigablemente,
id abiertamente,
sed vehementes para encontrar nuevos males y un nuevo bien,
estad contra toda forma de opresión.
Id a los que han entorpecido con la edad,
id a los que han perdido el interés.

Id a los adolescentes que están asfixiados en familia.
¡Oh, qué horrible es
ver tres generaciones juntas de una casa!
Es como un árbol viejo con retoños
y algunas ramas podridas y cayendo.

Salid y desafiad la opinión,
id contra esta servidumbre vegetal de la sangre.
Estad contra toda forma de amortización.

Ezra Pound (Hailey, Estados Unidos, 1885-Venecia, Italia, 1972), Argentarium, antología de los poemas cortos de Ezra Loomis Pound, traducidos por autores argentinos,  Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2009
Versión de Gerardo Gambolini


Commission 

Go, my songs, to the lonely and the unsatisfied, 
Go also to the nerve-wracked, go to the enslaved- by-convention, 
Bear to them my contempt for their oppressors. 

Go as a great wave of cool water, 
Bear my contempt of oppressors. 
Speak against unconscious oppression, 
Speak against the tyranny of the unimaginative, 
Speak against bonds. 
Go to the bourgeoise who is dying of her ennuis, 
Go to the women in suburbs. 
Go to the hideously wedded, 
Go to them whose failure is concealed, 
Go to the unluckily mated, 
Go to the bought wife, 
Go to the woman entailed. 

Go to those who have delicate lust, 
Go to those whose delicate desires are thwarted. 
Go like a blight upon the dulness of the world ; 
Go with your edge against this, 
Strengthen the subtle cords, 
Bring confidence upon the algae and the tentacles of the soul. 

Go in a friendly manner, 
Go with an open speech. 
Be eager to find new evils and new good, 
Be against all forms of oppression. 
Go to those who are thickened with middle age, 
To those who have lost their interest. 
Go to the adolescent who are smothered in family 
Oh how hideous it is 
To see three generations of one house gathered together! 
It is like an old tree with shoots, 
And with some branches rotted and falling.

Go out and defy opinion,
Go against this vegetable bondage of the blood.
Be against all sorts of mortmain.

de Lustra, 1916-1917

jueves, febrero 04, 2016

Luigi Di Ruscio / Dos poemas, 2

















Tiene una cantidad de años que no se cuentan
porque en la obra no se pueden superar los sesenta
y debe de haber falsificado los papeles
ha hecho la primera guerra mundial de ardito *
también la guerra de Etiopía contó con su voluntaria presencia
tendrá una pensión miserable porque en la guerra no hay seguro social
encontrar algún proyectil sabio que rompa algún hueso secundario
no es fortuna que le toque a todos
normalmente en la guerra rompen todo
y la fortuna se pierde pronto al nacer

*

En todas partes el último para esta raza horrible de primeros
último en su tierra a mil liras por día
último en esta nueva tierra por su acento italiano
último en odiar y el odio de este hombre marca todo
desclavado y crucificado cada hora
condenado por un mundo de condenados

Luigi Di Ruscio (Fermo, Italia, 1930-Oslo, 2011), Firmum (1953-1999), Edizioni Pequod, 1999
Vía Antonio Bux
Versiones de Jorge Aulicino

* Soldado del cuerpo de asalto italiano durante la Primera Guerra Mundial. El significado literal es "valiente" [N. del T.]

Foto: Roma Sette


Ha un numero di anni che non si contano
perché per il cantiere non si può superare i sessanta anni
e deve aver falsificato le carte
ha fatto la prima guerra mondiale d’ardito
anche la guerra d’Etiopia ebbe la sua presenza volontaria
avrà pensione miserabile perché in guerra non si mettono marchette
trovare qualche proiettile savio che spacchi qualche osso secondario
non è una fortuna che capita a tutti
normalmente in guerra spaccano tutto
e la fortuna si perde subito nascendo

*

Ovunque l’ultimo per questa razza orribile di primi
ultimo nella sua terra a mille lire a giornata
ultimo in questa nuova terra per la sua voce italiana
ultimo ad odiare e l’odio di quest’uomo marca tutto
schiodato e crocifisso ogni ora
dannato per un mondo di dannati

miércoles, febrero 03, 2016

Luigi Di Ruscio / Dos poemas

















Cuando era chico tenía miedo
de no encontrar el camino para volver a casa
cuando estaba en casa tenía miedo de no poder salir más
había un tonelero que golpeaba las duelas y retumbaban sus golpes
en la oscuridad subíamos los escalones que debían estar todos contados
en la tenebrosidad del aire y del agua
recogía todo lo que estaba tirado
como si caminase sobre un cielo lleno de milagros

*

Caminar en el más profundo verano
con un traje oscuro completamente abotonado
entrar en las frescas aireadas sombras
en el extremo rigor del abotonamiento
todo el legítimo rigor pendiente de un hilo en un abismo
el más inocuo de los abotonamientos es la catástrofe


Luigi Di Ruscio (Fermo, Italia, 1930-Oslo, 2011), Firmum (1953-1999), Edizioni Pequod, 1999
Versiones de Jorge Aulicino
Foto e información en Nazione Indiana


Quando ero piccolo avevo paura
di non ritrovare la strada per ritornare a casa
quando ero a casa avevo paura di non riuscire più ad uscir fuori
c’era un bottaro che batteva le doghe e rimbombavano i colpi
nell’oscurità salivamo i gradini che dovevano essere tutti contati
nella tenebrosità dell’aria e dell’acqua
raccoglievo tutto quello che stava per terra
come se camminassi su un cielo pieno di miracoli.

*

Camminare nella più profonda estate
con un vestito scuro completamente abbottonato
entrare nelle fresche ariose ombre
con l’estremo rigore dell’abbottonamento
tutto il lecito ristretto su un filo sospeso sopra un baratro
il più innocuo degli abbottonamenti è la catastrofe