Piedras poéticas, Simon Armitage
A partir de la lectura de un artículo de The Guardian hice un rastreo en Internet para buscar los poemas de Simon Armitage [Reino Unido, 1963] que fueron escritos en la piedra de las montañas para que leyeran los senderistas, no sólo porque me gustaban mucho sino porque la iniciativa me pareció digna de imitación. Acá están los poemas originales y mis versiones. Los poemas están tallados en piedra en un sendero nacional en Inglaterra, con una pequeña sección en Escocia. Simon Armitage nació y se crió en esa zona, en el pueblo de Marsden, y en 2012 recibió el encargo del Festival de Literatura de Ilkley para escribir poesía específica del lugar.
Todos los poemas que reproduzco están en mi blog, Poemas que me Gustan: https://milpoemasquemegustan.blogspot.com/2022/03/simon-armitage-stanza-stones.html
El artículo de The Guardian, en https://www.theguardian.com/travel/2012/may/25/walkers-poetry-stone-west-yorkshire
Piedra de nieve
El cielo entregó su carta en blanco.
La tierra está en coma.
La nieve es agua que duerme,
es un silencio codificado
para impedir cualquier ruido,
detener el movimiento
detener el tiempo.
¿Cómo es posible que el agua sin color
haya sido capaz de soñar
un blanco tan profundo?
¡Aprovechemos al máximo la luz!
Las estrellas se enganchan en sus puntas de cristal.
El faisán, extraño y poco natural, se pavonea y se desliza.
Nieve, nieve, nieve es lo que la nieve dice,
así es cómo lee su página limpia.
Después se despierta, se derrite
y llora.
*
Piedra de lluvia
Alégrense por estas lágrimas de agua fresca.
Cada gotita perla alguna bala de mar salada y vieja
arrojada al aire por las olas,
lavada, escurrida, moldeada como un dije.
No es poco mérito
(aunque la lluvia ametralle y nos cubra)
atrapar una gota limpia en la boca,
tomar una gota dulce en la lengua,
saborear polen de nube
grano de los cielos
cielo crudo.
Déjenla brotar, aquí arriba,
donde la parte frontal de la mente
destila
la resaca del mundo.
*
Piedra de niebla
¿Por quién está de duelo?
¿Qué significa semejante cercanía
amontonada aquí, sobre lo alto,
mientras le das la espalda
corriendo su cortina de red?
Monótona pantalla de plata,
la niebla es agua en estado fantasma,
pura interioridad,
retiene su aliento lechoso,
vela las máquinas vibrantes de las grandes ciudades
bajo tus pies,
te amuralla en este momento
en este anti jardín de arenisca y turba.
Tarde o temprano
el borde de tu ser se filtrará en su piel sin tejidos
Estás acá,
perdido, a la deriva,
en el agua estancada,
en el aire borroso.
Pero estás
*
Piedra de rocío
El tenso enfrentamiento
del final del verano,
el delicado fusible
del pasto seco
las astillas de las tipas y del junco,
de cualquier árbol,
un mortero preparado con leña,
una chispa suficiente para disparar
una marcha por el páramo
en filas de llamas.
El rocío entra en el campo
al amparo de la noche,
atiende a los cansados y a los agotados,
levanta su dedal líquido
hasta los labios de una hoja,
hasta la lengua de los armiños,
adorna un trozo
de alambre de púas
con gemas líquidas, aquí
donde las banderas
de algodón de pantano
flamean su rendición,
lleva su antorcha
por la lluvia.
Entonces el alba,cuando el amanecer
planta su estrella de fuego en cada gota,
enciende
cada ojo que tiembla
*
Piedra del pantano
Basura de lluvia.
Basura de cielo.
Algunas mañanas de mayo
los caballos de tormenta del Atlántico
traquetean de esta manera,
arrojan sus zapatos de hierro
en baches y surcos,
zapatos que se derriten
en charcos gris acero,
luego se asientan y se convierten
en espejos sin nubes
al mediodía.
El ciervo tímido
de la luna diurna
viene a sorber del borde.
Pero al sol
le gusta su propio aspecto,
mira fijamente toda la tarde.
Su ojo duro
levanta el brillo
del cristal,
convierte el glaseado
en herrumbre.
Entonces no vemos las cosas
por el polvo
*
Piedra del arroyo
Todo es cacería.
Rastréenlo hasta la fuente,
podría ser nada más que una lágrima
exprimida del ojo de un pájaro.
Luego síganlo hacia abajo,
hasta el rugido a todo pulmón
de su desembocadura.
Un mirlo pasea por el río
vestido para la cena
con una pechera blanca.
El hilo continuo del arroyo
con su nariz hacia el mar,
todo flujo y flexión,
enjabona suavemente una piedrita
durante miles de años. O aquí,
después de una lluvia fuerte,
corta la ladera por la mitad
con su cadena.
O aquí, donde el agua se desata
y cuelga sobre el rostro de la cascada,
y sólo por ese momento estirado y blanco
se convierte en encaje.
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The Snow Stone
The sky has delivered its blank missive. The moor in coma. Snow, like water asleep, a coded muteness to baffle all noise, to stall movement, still time.
What can it mean that colourless water can dream such depth of white? We should make the most of the light.
Stars snag on its crystal points. The odd, unnatural pheasant struts and slides. Snow, snow, snow is how the snow speaks, is how its clean page reads.
Then it wakes, and thaws, and weeps
*
The Rain Stone
Be glad of these freshwater tears,
Each pearled droplet some salty old sea-bullet
Air-lifted out of the waves, then laundered and sieved, recast as a soft bead and returned.
And no matter how much it strafes or sheets,
it is no mean feat to catch one raindrop clean in the mouth,
To take one drop on the tongue, tasting cloud pollen, grain of the heavens, raw sky.
Let it teem, up here where the front of the mind distils the brunt of the world.
*
The Mist Stone
Who does it mourn? What does it mean, such
nearness, gathering here on high ground
while your back was turned, drawing its
net curtains around? Featureless silver screen, mist
is water in its ghost state, all inwardness,
holding its milky breath, veiling the pulsing
machines
of great cities under your feet, walling you
into these moments, into this anti-garden
of gritstone and peat. Given time the edge of
your being will seep into its fibreless fur;
You are lost, adrift in hung water
and blurred air, but you are here.
*
The Dew Stone
The tense stand-off
of summer’s end,
the touchy fuse-wire
of parched grass,
tapers of bulrush and reed,
any tree
a primed mortar of tinder,
one spark enough to trigger
a march on the moor
by ranks of flame.
Dew enters the field
under cover of night,
tending the weary and sapped,
lifting its thimble of drink
to the lips of a leaf,
to the stoats’ tongue,
trimming a length
of barbed-wire fence
with liquid gems, here
where bog-cotton
flags its surrender
or carries its torch
for the rain.
Then dawn, when sunrise
plants its fire-star
in each drop, ignites
each trembling eye.
*
The Puddle Stone
Rain-junk
Sky-litter
Some May mornings
Atlantic storm-horses
clatter this way,
shedding their iron shoes
in potholes and ruts,
shoes that melt
into steel grey puddles
then settle and set
into cloudless mirrors
by noon.
The shy deer
of the daytime moon
comes to sip from the rim
But the sun
likes the look of itself,
stares all afternoon,
Its hard eye
Lifting the sheen
from the glass,
turning the glaze
to rust.
Then we don’t see things
for dust.
*
The Beck Stone
It is all one chase.
Trace it back the source
might be nothing more than a teardrop
squeezed from a Curlew’s eye,
then follow it down to the full-throated roar
at its mouth - a dipper strolls the river
dressed for dinner in a white bib.
The unbroken thread of the beck
with its nose for the sea
all flux and flex, soft-soaping a pebble
for thousands of years, or here
after hard rain, sawing the hillside in half
with its chain. Or here, where water unbinds
and hangs at the waterfall’s face, and
just for that one, stretched white moment
becomes lace.
* Lidia Rocha (Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, 1959). Reside en Buenos Aires. Profesora de Literatura, escritora y difusora cultural. Publicó los libros de poesía Aves migratorias, Roma, Así la vida de nuestra primavera y Soltar la casa. En ensayo, El lenguaje del amor en la poesía de San Juan de la Cruz.
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Esta segunda Encuesta Lírica permite la inclusión de cualquier libro de poesía o poemas sueltos, de cualquier época, leídos en los distintos "soportes", el año pasado, y no solo de los libros de poetas argentinos publicados en ese período.
Más que interesante Lidia. Gracias por ofrecerlos.
ResponderBorrar"Estás acá, perdido, a la deriva, en el agua estancada, en el aire borroso. Pero estás." Alfredo Lemon