30. No entres dócilmente en esa noche tranquila
No entres dócilmente en esa noche tranquila,
la vejez debería arder y maldecir cuando termina el día;
furia, furia contra la agonía de la luz.
Aunque los hombres sabios sepan al morir que la oscuridad es justa,
porque sus palabras no han forjado ninguna luz, ellos
no entran dócilmente en esa noche tranquila.
Hombres buenos, en su última hora, lloran por el brillo
con que sus frágiles actos pudieron haber bailado en una verde bahía,
furia, furia contra la agonía de la luz.
Hombres rebeldes que atraparon y cantaron el sol en vuelo,
y que aprenden, demasiado tarde, lamentándose en su camino,
no entres dócilmente en esa noche tranquila.
Hombres solemnes, cerca de la muerte, ven con mirada enceguecedora
que los ojos ciegos pueden arder como meteoritos y alegrarse,
furia, furia contra la agonía de la luz.
Y tú, padre mío, allí en tu triste plenitud,
maldíceme, bendíceme con tus lágrimas feroces, te lo ruego.
No entres dócilmente en esa noche tranquila.
furia, furia contra la agonía de la luz.
Dylan Thomas (Swansea, Gales 1914-Nueva York, Estados Unidos, 1953)
Versión de Silvia Camerotto
Editorial Barnacle.
Ilustración de Merlina Cisnero
Otra Iglesia Es Imposible - Dylan Thomas Web - Poetry Foundation - Poets - Poetry Archive - De Sibilas y Pitias - El Placard - Ogham - Aullido - A Media Voz - La Raíz Invertida
Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.
Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.
Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.
Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.
Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.
And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.
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Foto: Dylan Thomas mientras actuaba como director de escena de El deseo atrapado por la cola, de Pablo Picasso, Londres, 1950 Haywood Magee/Getty Images
Es un poema de una potencia y una belleza enorme! La traduccion tambien es buena!
ResponderBorrargracias, jorge
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