viernes, junio 03, 2022

Mario Arteca / De "Un mal sueño sin sonido"



Proceso de reorganización lírica

Ni en sueños esas dos palabras hubiera
ocupado un sitio de preferencia, pero
así suceden las cosas, y no hace falta
dormirse para que surjan. Me esperaban
en ayunas “amotinar y radioactividad”,
en ese orden. La cosa urbana, introspectiva
y necesaria, como todo pensamiento al azar
que quita el aire desde su punto límite,
y donde una persona pregunta a otra
si aún está en la oscuridad, y el segundo
solo responde: “Puede encender”.


Despidos masivos 

a Juan Rapacioli y Lucía Cytryn

“Me desvié para pasar por ahí y terminé 
caminando hasta el bosque. Pa, es hermosa 
esa zona bajando al bosque. Ahí quiero 
vivir algún día. Tiene edificios re parisinos.” 
La realidad deja por momentos de constituirse 
cuando el sentido común se siente apabullado 
y retuerce las veces necesarias un baño 
de inmersión y vidrio. Pero eso no se hace,
sobre todo cuando el instante palpita 
sin descanso y parece un terremoto 
petrificado que no termina de evolucionar. 
“Me encontré con Pepe. Lo saludé. Lo vi bien.” 
No se puede escribir con antelación decenas 
de intentos si no se tuvo más que dos. 
Por ese motivo nos pudrimos y oxidamos 
de arriba abajo y de abajo arriba 
por demás preñados de puntos luminosos 
cuyo desarrollo son la falta de escrúpulos 
de sistemas de signos cerrados, lo mismo 
que deshacer el equipaje con la valija vacía, 
o la manera en que burlamos los paréntesis 
de un asunto personal. Hay una suposición
donde existe una duda, y eso bien lo saben 
los artistas del cálculo sin conocer a ciencia 
cierta esa procedencia. No es un descanso 
hebdomario, sino un descanso eterno. 
Y eso también lo saben. Es el resultado 
de la atención cuando se suma mirar + pensar: 
algo más complejo que describir la invasión 
de un aroma donde el desperfecto es despojo,
la invalidez un suceso, y la caridad, algo
irrelevante que no echa luz sobre ninguna
de las posibles conclusiones. Todo un sueño
inconstante para una conciliación obligatoria 
que prevé aumento de salarios del catorce 
por ciento. Enorme derrota en el plano 
de los sentimientos. ¿Sabés que hay reflujo
de información y aún reflujo de dinero? 
Las palabras no significan nada para esos 
alumnos semidormidos, aunque nadie resista 
por mucho tiempo aun poblando con fuerza 
un traumatismo. Pero cada quien se encuentra 
otra vez solo en el momento que desaparecen 
cantidades de máscaras en un entreacto. 
Ahora respondo a tu pregunta: si mañana 
se presentase el gran amor, no podría 
impedirlo. Porque estamos afuera si no hay 
ninguno adentro, y en cierto modo fueron 
ellos quienes se interesaron por el proceso, 
no nosotros. Desde ya, un lagarto –diría Kluge– 
siempre se verá como una lagartija aumentada.

Mario Arteca (La Plata, Argentina, 1960)

Un mal sueño sin sonido
,
Editorial de la Universidad de La Plata,
La Plata, 2021









Foto: Clarín

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