Dos senderos se abrían en un bosque amarillo
Y apenado por no poder seguir los dos
Siendo un solo paseante, me detuve un buen tiempo
Y contemplé a uno de ellos hasta donde podía
Divisarlo entre medio de la ocre espesura.
Luego fui por el otro, que era también hermoso,
Y quizá poseía más derechos que aquel,
Pues la hierba más alta pedía un mayor uso,
Aunque a decir verdad, uno y otro mostraban
Más o menos el mismo tránsito de pisadas.
Y a ambos esa mañana los cubrían las hojas
Que ningún paso aún había ennegrecido.
¡Oh, yo dejé el primero para algún otro día!
Sabía, sin embargo, que un camino a otro lleva,
Y en el fondo dudaba que alguna vez volviera.
Seguiré contando esto, lo sé, con un suspiro,
En cualquier otro sitio, luego de largos siglos:
Dos senderos se abrían en un bosque, y yo fui─
Yo fui por donde había menos huellas humanas,
Y en eso, al fin, estriba toda la diferencia.
[Mountain Interval, Henry Holt & Company, New York, 1916]
(San Francisco, Estados Unidos, 1874 - Boston, Estados Unidos, 1963), El Trabajo de las Horas, 15 de octubre de 2019
Versión de Pablo Anadón
Otra Iglesia Es Imposible - Poetry Foundation -Poets Org - A Media Voz - Amberes
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Foto: Robert Frost, 1954 Encyclopaedia Britannica
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