Como arca de aromas ultramarinos
el santuario en medio de la escollera
exhala aún el himno y la plegaria
entre largas columnatas de pinos.
Y tiembla aún de suspiros divinos
que lo han en la dulce noche escondido
cuando de la gran ábside severa
surgían débiles celestes de incienso.
Se encorva en una luminosa arcada
el cielo sobre esto: en lejanas colinas
el Carro fijo una sombra que sale espía. *
Con la sombra un sonido de cascada
que grave gime en el silencio sacral
con un suspiro eternamente igual.
Giovanni Pascoli (San Mauro di Romagna, Italia, 1855-Bolonia, Italia, 1912), Myricae [1891-1903], E-Text, 2011
Versión y notas de Ángel Faretta
* El Carro es la constelación conocida también como la Osa Mayor, debido a su forma característica. Es una formación que puede observarse durante todo el año en el hemisferio Norte. Es posible también que Pascoli haga alguna referencia a la “Orsa” del primer verso de “Las remembranzas” de Giacomo Leopardi. “Vaghe stelle dell Orsa, io non credea”.
El título del volumen deriva de la Bucólica IV de Virgilio. Non omnes arbusta iuvant humilesque Myricae: “No a todos gustan los arbustos y los humildes tamariscos”
Ref.:
Nostra Italia
Poetry Foundation
Studenti
Centro Studi Casarsa della Delizia
Come un arca d’aromi oltremarini
Il santuario, a mezzo la scogliera
Esala ancora l’inno e la preghiera
Tra i lunghi intercolunnii de’pinni.
E trema ancor de’palpiti divini
Che l’ hanno scosso nella dolce sera
Quando dalla grand’abside severa
Uscia l’incenso in fiocchi cilestrini.
S’incurva in una luminosa arcata
I ciel sovr’esso: alle colline estreme
Il Carro e fermo e spia l’ombra che sale
Sale con l’ombra il suon d’ una cascata
Che grave in il silenzio sacro geme
Con un sospiro eternamente uguale.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario