lunes, enero 15, 2018

Joseph Brodsky / El fuego, ¿oyes?
















El fuego, ¿oyes?, se empieza a apagar.
En los ángulos las sombras se agitan.
Y ya no hay modo de poder señalarlas,
gritarles que se queden quietas.
Cerrando filas, se han puesto a formar.
No, esta hueste no atiende palabras.
Silenciosa avanza desde cualquier rincón
y yo de pronto he ocupado el centro.
Más altas cada vez, signos de exclamación,
las explosiones de tinieblas se elevan.
La noche arruga el papel hasta el mentón
de lo alto, cada vez más densa.
Se han esfumado las agujas del reloj.
Y éste no se ve, ni se oye siquiera.
Y aquí no ha quedado más que el brillo ocular,
inmóvil, detenido. Detenido.
El fuego se apagó. ¿Lo oyes?: se apagó.
El humo ardiente vuela por el techo.
Pero no huye de la vista este fulgor.
O, mejor dicho, no deja las tinieblas.

[1962]

Joseph Brodsky (San Petersburgo, Rusia, 1940-Nueva York, Estados Unidos, 1996), No vendrá el diluvio tras nosotros. Antología poética 1960-1996, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2000
Traducción de Ricardo San Vicente
Envío de Jonio González

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