La entrada a
la cueva era como un gigante
mejillón
azul medio abierto.
“¿Lo has
comprobado?”
me
preguntaste
y en el
hombro te empezó a temblar mi sombra violeta.
“No estarás
de acuerdo” te respondí,
“pero ya no
quiero escribir poemas.
Quiero que
me disculpen, estoy enfermo, lo haré luego.
Lo que
quiero – es entrar ahí. Y los versos,
nada más
como esas manchas
brincoteando
en tu boca”.
El mejillón
bostezó. Yo sabía que lo estabas viendo.
Petr
Borkovec (Lounovice pod Blaníkem, República Checa, 1970), Periódico de Poesía, N° 88, Universidad Nacional Autónoma de México (UAM), abril de 2016
Traducción
de Tereza Vitkova
Vchod
Vchod do
jeskyně byl jak obří
napůl
otevřená slávka jedlá.
„Ověřil sis
to?“ zeptal ses mě
a na rameni
se ti rozklepal můj fialový stín.
„Budeš
proti,“ odpověděl jsem,
„ale já už
nechci psát básně.
Chci být
omluven, jsem nemocný, budu příště.
Co chci – je
vlézt tam. A jestli verše,
tak takové
jako ty skvrny,
co se ti
plácají u pusy.“
Slávka
zívla. Věděl jsem, co vidíš.
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