Hemos vaciado Constantinopla.
Hemos asesinado a sus hombres
Lapidado a sus sacerdotes
Arrojado a sus hijos
Por las murallas
Hemos derribado sus ídolos
Destruido sus palacios
Hecho añicos sus lámparas
Devorado sus manjares
Hemos errado en sus calles
En sus lechos de piedra aguardamos el sueño
En sus fuentes cegadas convocamos la sed.
Ahora frente a sus dioses
Nos echamos de bruces
Repetimos los gestos
De los oficiantes muertos.
La ciudad nos vacía.
Miguel Gaya (Ayacucho, Argentina,1953)
Cabeza de artista,
Ediciones en Danza,
Buenos Aires, 2016
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