para lavarse la mirada: había de plata,
bermejos, verdes, color del mar.
Comparados con el mar, todo escamado de plata,
ganaban los pescados. Se pensaba en el regreso.
Bellas hasta las mujeres de cántaro sobre la cabeza,
oliváceo, moldeado sobre la forma de las caderas,
suavemente: cada uno pensaba en las mujeres,
cómo hablan, ríen, caminan por la calle.
Reíamos, cada uno. Llovía sobre el mar.
Por las viñas, ocultas en las depresiones de la tierra,
el agua macera hojas y ramitas. El cielo
se colorea de nubes escasas, enrojecidas
de placer y de sol. Sobre la tierra, sabores;
y colores en el cielo. Nadie con nosotros.
Se pensaba en el regreso, como después de una noche
entera de insomnio se piensa en la mañana.
Se gozaba de los colores de los pescados y del humor
de la fruta, vivaces en el tufo del mar.
Borrachos estábamos, en el regreso inminente.
Cesare Pavese (Santo Stefano Belbo, 1908-Turín, 1950), "Lavorare stanca" (1936, 1943), Trabajar cansa. Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, Griselda García Editora, Del Dock, Cartografías, Buenos Aires, 2018
Versión de Jorge Aulicino
Otra Iglesia Es Imposible - Cartografías - Del Dock - Griselda García - Op. Cit. - Dardanelos - Eterna Cadencia - De Sibilas y Pitias - Nosotros - Indie Hoy - Revista Ñ - Infobae - El Litoral - Página 12
Fotos: Serie en el prontuario de confinamiento de Cesare Pavese, 1935 (detalle) Pangea
Si passava sul presto al mercato dei pesci
a lavarci lo sguardo: ce n’era d’argento,
di vermigli, di verdi, colore del mare.
Al confronto col mare tutto scaglie d’argento,
la vincevano i pesci. Si pensava al ritorno.
Belle fino le donne dall’anfora in capo,
ulivigna, foggiata sulla forma dei fianchi
mollemente: ciascuno pensava alle donne,
come parlano, ridono, camminano in strada.
Ridevano, ciascuno. Pioveva sul mare.
Per le vigne nascoste negli anfratti di terra
l’acqua macera foglie e racimoli. Il cielo
si colora di nuvole scarse, arrossate
di piacere e di sole. Sulla terra sapori
e colori nel cielo. Nessuno con noi.
Si pensava al ritorno, come dopo una notte
tutta quanta di veglia, si pensa al mattino.
Si godeva il colore dei pesci e l’umore
delle frutta, vivaci nel tanfo del mare.
Ubriachi eravamo, nel ritorno imminente.
Poesie, Mondadori, Milán, 1969
gracias, jorge, por tu pavese. Siempre gusta, ilumina, conmueve. El poder del verso humilde. Buon anno! fm
ResponderBorrar