La casa sin puertasHabrá palabras nuevas sin cantores
y es preciso buscarlas bien ligero
también sobrevivir sobre traidores
y el salto del poema lo primero.
Viejo olor a familias y a rencores
mañana no seré como yo quiero;
largas mesas provistas de licores
no es bueno repetir como el portero.
No es bueno repetir lo que está dicho:
para qué, para qué morir de peste,
no es lo mismo la nada sin capricho.
Puerta no tengo miedo puerta puerta;
y si acaso me escucha me conteste
entre vidrios oscuros descubierta.
revista El Jabalí, N° 5, Buenos Aires, 1996
Concepción Silva Bélinzon (Montevideo, 1903-1987)
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Ilustración: Siento un peso en mi cabeza, acrílico sobre tela, Juan Vicente Rodríguez Bonachea, La Habana, 1957. Hurón azul
Más sabes que los astros la armonía
A Marosa di Giorgio
Más sabes que los astros la armonía
del que siempre te tuvo, en su corona,
la cascada del bosque que pregona
tu voz más que el silencio yo diría.
Sobre dolientes líquenes vigía
hasta la niebla misma te perdona;
y el lagarto inceleste se abandona
por luz tan verdadera que lo guía.
En su gran Mano de Oro tu cabeza,
junto al niño que cuidan las doncellas
no conoces secretos ni flaquezas.
Como el sol en las uvas moscateles,
supiste madurar con las estrellas
la rueda se derrumba en tus laureles.
Más sabes que los astros la armonía
del que siempre te tuvo, en su corona,
la cascada del bosque que pregona
tu voz más que el silencio yo diría.
Sobre dolientes líquenes vigía
hasta la niebla misma te perdona;
y el lagarto inceleste se abandona
por luz tan verdadera que lo guía.
En su gran Mano de Oro tu cabeza,
junto al niño que cuidan las doncellas
no conoces secretos ni flaquezas.
Como el sol en las uvas moscateles,
supiste madurar con las estrellas
la rueda se derrumba en tus laureles.
de Sitios abandonados, 1979
Letras de Uruguay en espacio latino.com
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Ilustración: Siento un peso en mi cabeza, acrílico sobre tela, Juan Vicente Rodríguez Bonachea, La Habana, 1957. Hurón azul
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