Los Seis Hermanos Rápidos Dedos en el Gatillo
Los Genna, cuyo nombre suena como un sonido agónico...
Fred Pasley, en su libro Al Capone
Los Seis Hermanos Rápidos Dedos en el Gatillo
-Earl Himie Weiss no pudo llevarlos a dar una vuelta-
oían cantar a Sam Samoots "guantes de seda"
-Sam Samoots qué bien cantaba guantes de seda en el alma.
En la taberna de los Cuatro 2 y "de parte de Al",
una sonrisa te regalaban en cada tiro
y para el alba del mostrador cerveza y éter
los Seis Hermanos Rápidos Dedos en el Gatillo.
Los Seis Hermanos Rapidos Dedos en el Gatillo
-muerte de orilla, ventana pronta, noche de duelo-
con la mirada le decretaban la sepultura
-aquellos tiempos de los O'Banion, de los Aiello-.
Y eran los días larga aventura sobre el acero,
altos camiones, puertas cerradas y canastillos,
alegres flores, naipes quebrados, nieve en la calle
los Seis Hermanos Rápidos Dedos en el Gatillo.
Los Seis Hermanos Rápidos Dedos en el Gatillo
sentimentales bandoneonistas de las terceras,
fichas pesadas de barberías y de prisiones,
ágiles piernas en las batidas y en las ruletas,
funambulismos, magia fullera, clima de circo,
y amores fáciles en las riberas de los domingos
y cuchicheos bajo las luces de los garages
los Seis Hermanos Rápidos Dedos en el Gatillo.
Pero Sam Samoots murió fregándose ajo y cantando,
Al está preso, Joe Howards duerme como los niños
y ya están muertos, las manos juntas, los ojos blancos
los Seis Hermanos Rápidos Dedos en el Gatillo.
Sí, camaradas, y los entierros fueron suntuosos
y ángeles negros revolotearon sobre las tumbas
y ya están muertos, los ojos blancos, las manos juntas
los Seis Hermanos Rápidos Dedos en el Gatillo.
Blues de los pequeños deshollinadores
¿Te acuerdas de los turcos vendedores de madapolán?
¿Y de los muñecos de trapo quemados en la noche de San Juan?
¿Te acuerdas de los pequeños deshollinadores
y de los negros candomberos
y de mí que en las tardes de lluvia
detrás de los vidrios
miraba el paisaje caído en la zanja?
¿Te acuerdas del muro del día escalado, ardido,
mordido como una fruta?
¿Te acuerdas de María Celeste?
Pues hoy María Celeste es una prostituta.
¿Te acuerdas de la tienda fresca, violeta, rosa
y el torcido y verde farol?
Pues Juan el Broncero es hoy un ladrón.
¿Te acuerdas de los pequeños deshollinadores
oscuros, oscuros?
Pues hoy los pequeños deshollinadores
son hombres maduros
que gritan en las cantinas
escupen polvo en las negras fábricas
y aguardan las yiras fugaces
en los baldíos y en las esquinas.
Raúl González Tuñón (Buenos Aires, 1905-1974), "Todos bailan - Poemas de Juancito Caminador", La calle del agujero en la media / Todos bailan, Seix Barral, Buenos Aires, 2005
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Foto: Tuñón en el café Tortoni de Buenos Aires, circa 1970. Archivo diario Clarín
"La luna con gatillo" es para mí uno de los mejores libros de la poesía argentina. Algo tiene este hombre.
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