Sentado entre las rocas

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Sentado entre las rocas

no te conciernen esas voces del agua

que pasan dibujando peces en el aire.

El mar no te alcanza

maneja

  sus propias conclusiones

                  sobre vos.

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Esas piernas de pollo del nadador anciano

hacia la isla de enfrente.

La prosódica reaparición de su cabeza calva

con proa hacia otra costa

embarca la mañana en un destino.

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Si bajo el limonero: el poro

del limón; en la ribera: aquella

estría de caracola rota

y en el agua: el ojo de un jurel

que al mirar no se angustie.

Ser a veces las cosas, ser

otro asunto a veces.

Vicente Muleiro (Buenos Aires, 1951), Ondulaciones, Ediciones El Suri Porfiado, Buenos Aires, 2008