Huésped de la Memoria y el Olvido
El tiempo, bien lo sé, todo lo cura.
Todo lo afirma y todo lo desmiente,
Lo devuelve a su ser, y solamente
Lo fugitivo permance y dura.
El tiempo es la sutil arquitectura
Del amor, su memoria del presente.
El tiempo es como un dios adolescente
Para el que nada pasa y nada dura.
El tiempo del olvido, la corola
Del tiempo en flor apenas entreabierto
Frente a la soledad en que se inmola.
El tiempo de escribir, el tiempo muerto
De la palabra que se sabe sola
Frente a tu corazón, solo y desierto.
Francisco Castaño (Salamanca, 1951), en Norte y sur de la poesía iberoamericana, Verbum, Madrid, 1997
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