Queroqué la rana*
Autobiografía
Nací en los suburbios de Boloña,
en un estanque de lotos, cabeza
abajo y pataleando al cielo;
el cielo del somorgujo
era para mí una fuente de asombro.
Mi nombre es Queroqué,
título que yo misma me conferí, naturalmente.
Un día fui atrapada en una red
y llevada sin demora a una universidad,
exactamente al laboratorio Galvani.
Algunos estudiantes (como suele suceder)
susurrando una barcarola, lo pasaron por alto...
Aquella tarde, en el año 1780,
me abrieron con un escalpelo el abdomen
y el mundo concibió la idea de la corriente eléctrica.
Estaba muerta.
Estaba fuera de este mundo,
el cielo italiano era muy, muy hermoso.
Conversación de una noche de otoño**
—Hace frío, ¿eh?
—Sí, qué frío hace.
—Oye: los grillos cantan.
—¡Ah, sí, cantan los grillos!
—Pronto serán ya tierra, ¿no?
—Mala cosa, volverse tierra.
—Has adelgazado.
—Tú también has adelgazado mucho.
—¿Dónde se siente tanta pena?
—¿No será en el estómago?
—Si nos quitaran el estómago, moriríamos.
—No queremos morir, ¿no?
—Hace frío, ¿eh?
—¡Ah, sí, cantan los grillos!
Kusano Shimpei (Fukushima,1903-Iwaky, 1988)
*Alberto Girri, Versiones, Corregidor, Buenos Aires, 1974
**Aurelio Asiain, en el blog Margen del Yodo
Saltos de rana: Glosario del poema "Queroqué, la rana".
Ilustración: Portada de la edición de Asken myself answering myself, de Kusano Shinpei, New Directions, Nueva York, 1984
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