En la ruta 8
Fuimos un punto veloz en el aire tibio.
Cruzamos los restos de temporadas profundas,
el estallido de tempranos aguaciles,
la nube que bajó sobre los álamos
(rezagos de escarcha y llovizna perlada)
túnel gris que nos guardó
al alejarnos del telón abierto
del campo en pausa
y sus latentes erecciones,
del celo aún no cromático
de la inexperta primavera.
Mujer apagándose
Mi amiga se dispera.
Una cosa por vez, se ha desprendido
de sus vestiduras ahora errantes
en ventas de domingo, de su piel
usada en reuniones funestas
de los nidos glaciales de su pecho,
de su corazón sin erupciones,
de su fino vello ayer tornasolado.
Rodolfo Godino (San Francisco, Córdoba, 1936), Diario, Ediciones del Copista, Córdoba, 2008.
Fuimos un punto veloz en el aire tibio.
Cruzamos los restos de temporadas profundas,
el estallido de tempranos aguaciles,
la nube que bajó sobre los álamos
(rezagos de escarcha y llovizna perlada)
túnel gris que nos guardó
al alejarnos del telón abierto
del campo en pausa
y sus latentes erecciones,
del celo aún no cromático
de la inexperta primavera.
Mujer apagándose
Mi amiga se dispera.
Una cosa por vez, se ha desprendido
de sus vestiduras ahora errantes
en ventas de domingo, de su piel
usada en reuniones funestas
de los nidos glaciales de su pecho,
de su corazón sin erupciones,
de su fino vello ayer tornasolado.
Rodolfo Godino (San Francisco, Córdoba, 1936), Diario, Ediciones del Copista, Córdoba, 2008.
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