domingo, noviembre 24, 2024

Eugenio Montejo / Tres poemas


Escritura

Alguna vez escribiré con piedras,
midiendo cada una de mis frases
por su peso, volumen, movimiento.
Estoy cansado de palabras.

No más lápiz: andamios, teodolitos,
la desnudez solar del sentimiento
tatuando en lo profundo de las rocas
su música secreta.

Dibujaré con líneas de guijarros
mi nombre, la historia de mi casa
y la memoria de aquel río
que va pasando siempre y se demora
entre mis venas como sabio arquitecto.

Con piedra viva escribiré mi canto
en arcos, puentes, dólmenes, columnas,
frente a la soledad del horizonte,
como un mapa que se abra ante los ojos
de los viajeros que no regresan nunca.


El sol en todo

El trópico y sus horas de calor,
el sol sobre las cosas día tras día,
y el rencor de los malos matrimonios...
Se oye un sapo a la sombra en todo esto 
que no se ve porque no hay sombra,
sino luz recta y piedras refractarias.
El calor de las horas emerge con su lava
de pantanos volcánicos.
Hay silbatos de barcos en el polvo sin puerto,
un salobre espejismo sin espumas, 
el acre aroma de frutas descompuestas
y el color sin color de la miseria.

—¿Qué más, qué menos, cuál sopor no dicho,
cuál nieve inalcanzable en densos copos
cayendo siempre como blancos sapos,
en las noches más tórridas y amargas?
... Y cuanto no se tuvo ni ha de tenerse nunca,
lo que perdimos antes de este mundo,
el calor con su tedio y su postedio
y la tierra que gira para otros
y tanto sol en todo, hasta de noche,
y el rencor de los malos matrimonios.


Mare nostrum

El horizonte es intuitivo
pero las palmas a la orilla del mar
se sirven té y hablan de los clásicos.

El horizonte es intuitivo y la noche y los barcos
que a esta hora retornan a puerto
por los confines del Atlántico.
Hay un bar de roída madera
donde el agua se rompe en marejada.
Hay una casa miserable
con el grito de un niño en las paredes,
un grito azul, de náufrago.

La luna ronda blanca e intuitiva
pero las palmas conservan sus gafas.
Abstraídas prosiguen sus charlas
ante el mar, ante el salobre té del mar,
sorbo tras sorbo y hablan de los clásicos.

Eugenio Montejo (Caracas. 1938 - Valencia, Venezuela, 2008), Los ausentes y otros poemas, antología del autor, colección Un Libro por Centavos n° 31, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2007

---

No hay comentarios.:

Publicar un comentario