Nota preliminar
Como Ud. bien sabe, Jorge, en Caba, alrededores, y más allá de las fronteras se producen cientos (por no decir miles) de lecturas y presentaciones de libros de poesía por año. Haciendo un cálculo promedio de 4 presentaciones por semana (el 2023 tuvo 52 semanas) la suma da 208 libros, a lo que debe sumarse otra importante cantidad de libros intercambiados entre los autores/as en dichas presentaciones más los libros recibidos vía postal, más los que una compra por verdadero interés. Obviamente, no los leeríamos a todos pero la lista mínima sería de unos 200 libros por lo menos.
Entonces he decidido apuntar SÓLO ALGUNOS libros (y autores) que releo. ¿Por qué los releo? Porque me siguen gustando como la primera vez que los leí. Porque comparto su visión del mundo o su manera de tratar el lenguaje o su adherencia a ciertos temas o por pura admiración de lo que nunca podré escribir:
1. La materia de este mundo, Sharon Olds (Gog y Magog, CABA, 2015)
Traducción: Inés Garland e Ignacio Di Tullio. Edición bilingüe.
35/10
Mientras cepillo frente al espejo el pelo
sedoso y oscuro de nuestra hija
veo los destellos grises del mío,
la sirvienta canosa detrás de ella. ¿Por qué será
que justo cuando empezamos a irnos
ellas empiezan a llegar, que el pliegue en mi cuello
se hace más visible cuando los bellos huesos de sus
caderas se afilan? Cuando mi piel muestra
sus cicatrices secas, ella se abre como una flor
húmeda y precisa en la punta de un cactus;
cuando mis últimas oportunidades de concebir un hijo
se sueltan de mi cuerpo, entre ellas las fallidas,
su pequeña cartera llena de huevos, redondos y
firmes como yemas, está a punto de
desabrocharse con un chasquido. A la hora de dormir,
cepillo su pelo enredado y fragante. Es una vieja
historia -la más vieja del mundo-
la historia de la sustitución.
2. El hada que no invitaron. Obra poética reunida 1985-2016, Estela Figueroa (Bajo la Luna, Buenos Aires, 2016)
Tragedia griega
A veces la confusión se produce
al elegir un rol equivocado.
Algunos sólo servimos
para estar en el Coro
diciendo parlamentos y canciones
que aclaren las pasiones de la Obra.
Cuando la vanidad
la euforia o simplemente
la grandeza del tema
nos convierte en actores
paralizados
olvidamos el texto
quedando en un ridículo silencio.
3. Poesía reunida, Rubén Reches (Ruinas Circulares, CABA, 2012)
Una lluvia asombrosa
A Leonardo Moledo
Una lluvia asombrosa acaba de caer. Una lluvia mágica.
Sus gotitas no eran agua, sino Vallejos.
Cada una tenía la cara y el cuerpo de un Vallejo
envuelto en un minúsculo sobretodo oscuro
y cubierto con un casi microscópico sombrero.
Fue una lluvia, más lenta que las de agua,
de millones de vallejitos que caían sobre la ciudad,
deshaciéndose al llegar al suelo en un “plaf” tristísimo y
dulce.
Y dando la mano a sus hilos y a sus sonidos me vine al
perdido Buenos Aires;
a éste, por donde, irisados e inmortales, andábamos con
tristezas así.
Y ahora, -¡maravillosa música!-,
es como si estuvieran por llamar a la puerta los amigos viejos,
-los dispersos, los muertos-,
y como si la noche de invierno fuese todavía tibia y amiga.
4. Amapola y memoria, Paul Celan (Hiperión, Madrid, 1992)
Traducción y notas de Jesús Munárriz. Edición bilingüe.
ÁLAMO, tus hojas brillan blancas en la oscuridad.
El pelo de mi madre nunca encaneció.
Diente de león, así de verde es Ucrania.
Mi rubia madre no volvió a casa.
Nube de lluvia, ¿te demoras en las fuentes?
Mi dulce madre llora por todas.
Astro circular, tú anudas el lazo de oro,
El corazón de mi madre fue herido con plomo.
Puerta de roble, ¿quién te sacó de quicio?
Mi tierna madre no puede volver.
5. Poesía completa, Jorge Leónidas Escudero (Ediciones en Danza, CABA, 2011)
A otro hablar
¿Y qué puedo decir con la lengua trabada?:
esto, y la sombra piso,
palabras huecas alzo, tomo
de la cola un ratón y lo suelto,
no es lo que busco.
Ando a ver en qué ando, qué saber,
hallar mi centro fijo, un rastro, el carozo:
me respiro y no.
Una mujer ayer su cabellera puso,
venda en mis ojos;
pero no dejé de buscar lejanías.
Quiero decir hermosas, tus razones,
palabras como hombres, pétalos y estrellas,
seudópodos de mí hacia lo inaprensible.
Ando andando estas averiguaciones
a ver si se me desata la lengua.
6. Lejos de mí decirles (Poesía reunida 1978-2018), Mario Montalbetti (Mansalva, CABA, 2023)
No había leído ni conocía a Mario Montalbetti hasta que leí “La teoría del poema de Juan Román Riquelme”, publicado en el blog Otra Iglesia Es Imposible del poeta Jorge Aulicino. Sábado, octubre 28, 2023.
He visto y escuchado entrevistas a Mario Montalbetti en diferentes videos por Youtube.
Video Youtube: “Tres ideas equivocadas sobre el lenguaje” Prof. Mario Montalbetti. 28 noviembre de 2011.
Video Youtube: “El lenguaje es un revólver para dos” Mario Montalbetti de Perú. 5 de agosto de 2023.
Video Youtube: M.Montalbetti “ Sobre la escritura de poemas”, 23 de junio de 2023.
Video Youtube: M. Montalbetti “ Tres respuestas para el lenguaje”. Casa de América. 10 de junio de 2016.
Video Youtube: M. Montalbetti “Yo escribo contra el lenguaje”. 22 de septiembre de 2021.
Entrevista en la Revista “Cara de Perro”. Número 4. “La teoría del poema de Juan Ramón Riquelme”. 19 de diciembre de 2020.
M.Montalbetti. Entrevista Fundación FILBA. 2020.
Periódico de Poesía. Poemas de Mario Montalbetti.
Periódico de Poesía es una publicación editada por la Universidad Nacional Autónoma de México.
La dorada
A la pregunta ¿cuánto has amado?
responde como si el lenguaje, mejor aún,
como si el vino se hubiera acabado.
Di que has de ir por más.
Afila el cuchillo y eviscera
la dorada que yace exangüe
sobre el batán vil de la cocina.
Y con la misma hoja separa lo tuyo
de lo tuyo. Es tuyo.
La teoría del poema de Anne Carson
1
En ocasiones lo pensable
se filtra por los muros de contención
del lenguaje.
Esto ocurre sobre todo en el poema.
Una forma de detener la fuga
es insertando condicionales.
Los condicionales son rojos.
Esa es la teoría del poema de A. Carson.
2
El color rojo es el color del cliché.
El color rojo es el color de la letra cursiva.
La letra cursiva seduce al pensamiento.
Esa es la teoría del poema de A. Carson.
3
La vida es un inmóvil.
Dar al mar es una propiedad de inmóviles.
Mi perro da al mar.
Si siempre lo hace.
4
Un comentario de M. Black a la teoría de A. Carson.
Si digo,
“si en los próximos cinco segundos
lanzo un dado, saldrá cuatro”
y no lo lanzo,
no lo lanzo,
entonces puedo, correctamente, decir:
“¿Viste?”
5
Si todo el verde de la primavera fuera azul, y lo es…
Ése es Wallace Stevens en su mejor momento.
No sólo lanza el antecedente de un condicional
sino que también dice que es verdad.
Entonces.
Entonces Stevens cree que eso
le permite concluir cualquier cosa.
Muy bien, ¿y?
Es como si Inti García Santamaría dijera
su visión es una isla
y en verdad lo es. Es una isla.
6
Tal vez la teoría del poema de A. Carson no es
una teoría del poema
después de todo.
Sino antes de todo. Quiero decir,
no quiero que asciendas hasta la cima
no quiero que haciendas hasta la cima
¿qué quisiste decir?
Lo primero es una banalidad.
Lo segundo es resistencia contra el sistema
capitalista.
7
Si p entonces q.
Esa es la teoría del poema de A. Carson
pero sólo si p es falso.
La teoría del poema de Juan Ramón Riquelme
“El cuatro está solo” dice Juan Román Riquelme
y esa frase es la primera parte de su teoría del poema.
No se trata de un elogio de la soledad del cuatro
sino de un elogio de la soledad del espacio
que se abre
alrededor del cuatro.
Es en la soledad que se juega el poema,
pero no en la soledad de las palabras
sino en la soledad de los espacios
por donde se van a mover las palabras.
Cuando Juan Román Riquelme dice “el cuatro está solo”
el cuatro no está solo para orar en una ermita
ni para meditar sobre la futilidad del juego.
“el cuatro está solo” es que el espacio
delante del cuatro
se puede abrir.
¿A qué? al movimiento, dice Juan Román Riquelme.
El movimiento exige la soledad de espacio.
Esa es la primera parte.
La segunda parte de la teoría del poema de Juan Román Riquelme
es un símil:
si vas por la autopista y hay un atolladero
entonces doblás, dice Juan Román Riquelme
y vas por donde no hay congestión.
El símil es con el poema: si estás escribiendo
un poema
y ves que hay muchas palabras delante de ti,
te desviás y vas por donde hay pocas.
Hay quienes (a veces locos, a veces genios)
ven un atolladero
y se meten por ahí, Messi, Góngora,
gente rara que aborrece la soledad
del espacio.
La dificultad del poema
es que hay muchas palabras juntas
y entonces
nada se mueve
y todo apunta al 0-0,
al aburrimiento radical de 47 pases horizontales
para que nada realmente ocurra.
Esa es la teoría del poema de Juan Román Riquelme.
Zinedine Zidane (debo buscar la referencia)
había dicho algo similar:
“si te dan dos metros
cualquiera escribe bien”.
* Inés Legarreta, nació y reside en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires. Narradora y poeta. Ha publicado ocho libros de narrativa (cuentos y nouvelles) y cinco libros de poesía: La puntada invisible, El jardín desconocido, Una gramática para mis sueños, Un amor doméstico y oscuro y De lejos y de cerca.
Coincido con Inés Legarreta,aquí leo lo que desearia escribir no por vanidad ,por escesesclarecimiento
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