Martes 4 de agosto
Pesadilla
Como de la nada el aire se agita
entrechocan los cipreses sus punzantes dudas
en el patio de los muertos
balancean los álamos
sus deshuesadas copas.
Algo innombrable vibra en el viento.
El liquidámbar algo escurre que no tiene signo.
Sábado 8 de agosto
El León comienza a descender del cielo.
Como un latigazo en las veredas aparecieron
los ciruelos con sus penachos rojos.
Pareciera que todo sucede una y otra vez
menos el dolor la certeza
de un destino que de todos nos aleja
hasta de nosotros mismos.
De pronto un sueño nos invadió dentro del agua
brillaba el cielo todo
y de tus labios brotaba
como un conjuro el verbo
para la salobre soledad
y abrazados entrábamos al otro reino
pero caía el agua sobre mis hombros
sólo recuerdo tu voz.
Martes 11 de agosto
(madrugada)
De pronto me visita cargado de nostalgias
Vladimir.
Arruga el ceño, pero ya no habla del futuro.
Me desliza en la memoria sus últimas palabras:
La barca del amor se ha estrellado
me dice
y todo queda en silencio otra vez.
Enredado entre las sábanas asiento
y se viene desde las ventanas
el grito de los treiles* anunciando el día.
Pedro Ignacio Vicuña (Santiago de Chile, 1956), Diario del retorno, Ediciones Balandro, Santiago de Chile, 2020
*El treile es más comúnmente llamado tero en la Argentina (N. del Ad.)
Otra Iglesia Es Imposible - Letras de Grecia - Descontexto - Biblioteca Nacional de Chile - Club de Traductores Literarios de Buenos Aires - Buenos Aires Poetry - Villa Grimaldi - Poesía y Crítica - Goethe Institut/YouTube - Vuelan las Plumas - El Mostrador - Universidad del Desarrollo - Pedro Ignacio Vicuña/YouTube
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