Todos quieren beber de las fuentes.
Uno empuja al otro al abismo
y el ansia secreta brilla como un cuchillo en la noche.
Todos han arrojado
a los pozos a alguien vivo
y han tapado con las manos el horror.
Deseos intactos que no salen a la luz.
Sólo el sueño libera la boca
y escuchamos los ladridos del bosque,
nos detenemos en sus lindes
y temblamos.
Ólga Vótsi (El Pireo, Grecia, 1922 - Atenas, 1998), Poesía griega moderna, Vinciguerra, Buenos Aires, 1997
Traducción de Horacio Castillo
Envío de Jonio González
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