Robinson Crusoe se acompañó de Viernes sus días. Hizo
su juego toda la semana. A mí nadie me acompañará
por esta tierra blanca donde el polvo es harina que cae
del cielo.
Mi carromato se arrastrará en vano.
La brújula está dormida.
Es la hora del lobo.
En blanco y negro el panorama de espacio y tiempo.
Yo herma
cuchepa
india sudamericana
No vuelvo a cruzar el Estrecho de Behring para devolverle la mano a nadie.
En esa blanca torta boreal no encontrarán la huella de
mis extremidades.
No intento una plusmarca con las ruedecitas de mi
trasero.
No soy el Capitán Ávalos
No soy el Tiburón Contreras
Soy lengua ampollada por la
electricidad
Nunca estaré colgando de una lágrima del Everest
Estoy sentada y me columpio en el sillar de mi pelvis
el filo del mundo.
Carta de viaje, Buenos Aires, Último Reino, 1989
Elvira Hernández (Lebu, Arauco, Chile, 1951), "Releer a Elvira Hernández. Antología poética", Karem Pinto, Ana María Baeza C., Nomadías, nº 16, Universidad de Chile, noviembre de 2012
Otra Iglesia Es Imposible - Universidad de Chile - Memoria Chilena - Cátedra de Poesía Hispanoamericana - Eterna Cadencia - La Caína - Periódico de Poesía - Palabra Pública - El Desconcierto - Letras Libres - Provincianos Editores - LOM
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