Rogarla, desdeñarme; amarla, hundirme;
seguirla, defenderse; asirla, airarse;
querer y no querer dejar tocarse
y a persuasiones mil mostrarse firme.
Tenerla bien, probar a desasirme;
luchar entre mis brazos y enojarse;
besarla a su pesar y ella agraviarse;
probar, y no poder, a despedirse.
Decirse agravios, reprenderse el gusto
y, en fin, a baterías de mi prisa,
dejar el ceño, no mostrar disgusto.
Consentir que le aparte la camisa,
hallarlo limpio y encajarlo justo:
esto es amor y lo demás es risa.
Atribuido a Francisco de Quevedo (Madrid, 1580-Torre de San Juan Abad, Villanueva de los Infantes, España, 1645), "Sonetos encontrados en diversos lugares", Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
Nota del Ad.: El soneto se considera una respuesta satírica al muy conocido de Lope de Vega (Madrid, 1562-1635) que enseguida se reproduce:
CXXVI
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
Lope de Vega, Rimas, 1602 , edición de Ramón García González, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
Ilustración: Detalle de una de las tres copias del retrato original de Francisco de Quevedo pintado por Diego de Velázquez, cuyo paradero se desconoce. Las copias se atribuyen a Juan van der Hamen (Madrid, 1596-1631).Siglo XVII Wikimedia Commons
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