Hay gente que habla del viento
pero nunca lo escuchó sonar entre las hojas.
Son como los que creen
que se pueden hacer todas las cosas
que cada experiencia espera
aguarda bajo una luz recóndita
y que habrá una nueva revelación cada día.
Hay quien habla de la capacidad humana
pero no está dispuesto a pagar ningún precio
por tanto, toda capacidad se diluye
bajo el agua
como la nervadura de una hoja seca.
Construir una casa
escribir un libro ambiguo
tener un hijo
ganar dinero sin que se note
esculpirse unas piernas de acero.
O construir una casa ambigua
tener un hijo de acero
escribir un libro sin que se note
esculpirse unas piernas.
Sin embargo, quizás si haya de vez en cuando nuevas revelaciones
quizás si aprendiste algo cuando de pronto pasó rozándote con su mano
el ángel del deseo como un bálsamo
complicándolo todo.
Por eso, hiciste como que no
activaste la maquinaria del olvido
aunque al viento lo escuchabas bien cerca.
Pero no todo es cuestión de oído.
Tal vez por eso cada persona es fiel a una estación:
pasa la mayor parte del año
esperando que llegue su momento.
[inédito]
Mercedes Alvarez (Tandil, Argentina, 1979)
Ediciones del Dock - El Poeta Ocasional - Eterna Cadencia
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Foto: Alelí Alegría Cuba/Mercedes Alv/FB
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