Yo no seguí exactamente un rumbo en la vida
pero la abeja me asombraba y la riqueza del viento
era casi creíble. Oyendo la risa de una urraca
al cruzar un pueblo fantasma en Wyoming, diciendo Hola
en Cambridge, comiendo queso junto al espumoso Rin,
asomándome al plexiglás sobre Tokio,
fui incapaz de construir una vida con todas
las existencias que perseguí. La abeja sin embargo
me asombraba, y no me preocupaba pedir
cuentas al viento. Sólo una vez, en Pompeya,
me sumí en un sueño que entendí,
y desperté para descubrir que no había perdido el rumbo.
John Ciardi (Boston, Estados Unidos, 1916-Edison, Estados Unidos, 1986), Person to Person, Rutgers University Press, New Brunswick, Nueva Jersey, 1964
Versión de Jonio González
LINES
I did not have exactly a way of life
but the bee amazed me and the wind’s plenty
was almost believable. Hearing a magpie laugh
through a ghost town in Wyoming, saying Hello
in Cambridge, eating cheese by the frothy Rhine,
leaning from plexiglass over Tokyo,
I was not able to make one life of all
the presences I haunted. Still the bee
amazed me, and I did not care to call
accounts from the wind. Once only, at Pompeii,
I fell into a sleep I understood,
and woke to find I had not lost my way.
pero la abeja me asombraba y la riqueza del viento
era casi creíble. Oyendo la risa de una urraca
al cruzar un pueblo fantasma en Wyoming, diciendo Hola
en Cambridge, comiendo queso junto al espumoso Rin,
asomándome al plexiglás sobre Tokio,
fui incapaz de construir una vida con todas
las existencias que perseguí. La abeja sin embargo
me asombraba, y no me preocupaba pedir
cuentas al viento. Sólo una vez, en Pompeya,
me sumí en un sueño que entendí,
y desperté para descubrir que no había perdido el rumbo.
John Ciardi (Boston, Estados Unidos, 1916-Edison, Estados Unidos, 1986), Person to Person, Rutgers University Press, New Brunswick, Nueva Jersey, 1964
Versión de Jonio González
LINES
I did not have exactly a way of life
but the bee amazed me and the wind’s plenty
was almost believable. Hearing a magpie laugh
through a ghost town in Wyoming, saying Hello
in Cambridge, eating cheese by the frothy Rhine,
leaning from plexiglass over Tokyo,
I was not able to make one life of all
the presences I haunted. Still the bee
amazed me, and I did not care to call
accounts from the wind. Once only, at Pompeii,
I fell into a sleep I understood,
and woke to find I had not lost my way.
---
Foto: Getty Images, "Author John Ciardi as He Appeared in the Atlantic Monthly" (detalle)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario