viernes, mayo 18, 2018

Pedro Mairal / De "Cipriano"














Usted me dejaba seguirlo a todos lados, Cipriano,
sin querer enseñarme, un viejo sin máximas, un viudo.
Las lavandas en el retrato de su difunta esposa, once hijos con ella.
Yo dormía con usted en las piezas oblicuas pegadas al galpón
porque tenía miedo a la casa grande llena de ruidos y habitaciones huecas,
pisadas en la noche, comadrejas, fantasmas,
y esos que llaman ovnis son los soviéticos nomás,
o a veces saben llover pescados, me decía,
cae un bruto aguacero y al rato ya se ven pescados en la zanja,
mire si se le cae una ballena en la cabeza,
no caen pescados grandes, ¡mojarras! me decía.
Y esa vez cargando leña
cuando tiré viento abajo un palo de algarrobo
para cargar el carro y le pegué en la nuca
y usted dijo ¿quién fue? y yo dije fui yo
y su nuera lo curó con Espadol
y yo no quise hablar por varios días.

Pedro Mairal (Buenos Aires, 1970), Op. Cit.

Cipriano,
Lux,
Bahía Blanca, 2017

Ref.:
Pedro Mairal
Hablar de Poesía
Proyecto Lux

Foto: El Cultural

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