Qué será ahora del niño que perdió su pelota.
¿Qué, qué debiera hacer? La vi alejarse
dando bote alegremente, calle abajo, y después
alegremente sobre...¡Ahí está, en el agua!
De nada sirve decir: "Oh, hay otras pelotas".
Una angustia extrema, estremecedora, ata al niño
mientras permanece rígido, temblando, mirando fijamente
los días de su niñez en el puerto donde
se fue su pelota. Yo no me metería con él.
Unas monedas, otra pelota, no valen nada. Ahora
siente la primera responsabilidad
en un mundo de posesiones. La gente se llevará pelotas,
las pelotas siempre se perderán, niñito,
y nadie recompra una pelota. El dinero es externo.
Muy detrás de sus ojos desesperados, él está aprendiendo
la epistemología de la pérdida, cómo mantenerse de pie.
Gradualmente la luz vuelve a la calle,
suena un silbato, la pelota se pierde de vista.
Pronto una parte de mí explorará el suelo
profundo y oscuro del puerto... Estoy en todas partes,
sufro y me muevo, mi mente y mi corazón se mueven
con todo lo que se mueve, debajo del agua
o silbando. No soy un niñito.
John Berryman (McAlester, Oklahoma, Estados Unidos, 1914- Minneapolis, Estados Unidos, 1972), Sibila, n° 47, Sevilla, octubre de 2015
Traducción de Óscar Hahn
Foto: Jerry Bauer/Poetry Foundation
Ref.:
Buenos Aires Poetry
Al Pial de la Palabra
Poetry Foundation
The Guardian
The Altantic
El original del poema puede verse en Poetry Foundation. Su reproducción está prohibida "estrictamente"
https://www.poetryfoundation.org/poems/57083/the-ball-poem
Que bello poema. Gracias por compartir.
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