miércoles, junio 21, 2017

Edward Hirsch / Tras una larga noche de insomnio















Bajé andando hasta el mar temprano por la mañana
después de una larga noche de insomnio.

Trepé hasta lo alto de las gigantescas rocas de color gaviota
y dejé atrás los árboles
altos bailarines que extendían las extremidades
y entraban en calor bajo la luz azul.

Entré en el agua salada, un penitente
con el cuerpo manchado,
y nadé hacia una estrella roja que se elevaba
en el este, regio, con una túnica púrpura.

Una orilla desapareció detrás de mí
y otra me llamó por señas.
                                        Confieso
que olvidé a la persona que yo había sido
con la misma facilidad con que las nubes se deslizaban en lo alto.

Mis manos partieron el agua.
El viento presionó mi espalda, alas
y mi alma flotaban sobre las cofias blancas de las olas.

Edward Hirsch (Chicago, Estados Unidos, 1950), The Living Fire: New and Selected Poems 1975-2010, Alfred A. Knopf, Nueva York, 2010
Versión de Jonio González


AFTER A LONG INSOMNIAC NIGHT

I walked down to the sea in the early morning
after a long insomniac night.

I climbed over the giant gull-colored rocks
and moved past the trees,
tall dancers stretching their limbs
and warming up in the blue light.

I entered the salty water, a penitent
whose body was stained,
and swam toward a red star rising
in the east—regal, purple-robed.

One shore disappeared behind me
and another beckoned.
                                      I confess
that I forgot the person I had been
as easily as the clouds drifting overhead.

My hands parted the water.
The wind pressed at my back, wings
and my soul floated over the whitecapped waves.

© Edward Hirsch

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