Ahora que la luz pulsa los vibrantes colores solares de
la quinta
que les sale un sarpullido dorado a los tallos de las
trepadoras
que vuelan basuritas y pájaros en la penumbra verdosa
del naranjo
yo aboceto, sin buscarlo, el minuto de un brillo que
empieza a corromperse.
Y no hay distingos lumínicos para mi propia urticaria,
mis picaduras, mis quemaduras del sol en la piel
ni para mis moretones, mis costras que supuran, ni para
la tripa del ombligo mal cortado que dejo al descubierto.
La verdad de mi versión no se resiente, fresca y natural
como la digo, en un mundo
de impresiones donde nada parece sustraerse a la
fuerza de un destino.
Diego Colomba (San Nicolás, Argentina, 1972), El largo aliento, Alción Editora, Córdoba, Argentina, 2016
Foto: Diego Colomba en FB
Buscaré para leerlo, me gustó mucho, gracias por subir Jorge!
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