Las ventanas cerradas.
El sol que encandila
y el sonido
–estridente–
de unos pocos pájaros.
Los ojos empañados
por una ligera
humedad
y la seguridad
de la esperanza
esfumada
para siempre.
El corazón aún alerta:
¿será posible que
por fin
hayamos pagado
nuestra cuota
de amargura?
El día despliega
una soledad definitiva
a la que
ya no hace falta temer.
Denise León (Tucumán, Argentina, 1974), Poemas de Middlebury, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2014
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