La primera oración. Una lagartija inmóvil
en las canteras de la habitación.
Dolor de cabeza. Vacío atestado.
No se oye idea alguna.
Contemplo con los prismáticos las grises fibras de papel.
Un chantajista espera ya junto a la puerta.
En ese momento Hölderlin
sufre un ataque de furia. Me inclino
sobre un punto. Puntuación funeraria.
Una isla negra con la garganta de la bahía constreñida.
Observo un eclipse lunar.
Sobre lo demás he de reflexionar.
Ewa Lipska (Cracovia, Polonia, 1945), Fresas blancas, Huerga y Fierro, Madrid, 2001
Trad. de Fernando Presa González
Envío de Jonio González
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