(la lección del pato)
Ansiedad migratoria: la excitación del pato cuando llega el
momento del viaje:
primero
una inquietud imperceptible, casi un cosquilleo: luego
idas y vueltas alrededor de un centro imaginario, un aleteo
que se torna insoportable: el punto de presión ya no da más
y sucede el desplazamiento: no hay retorno
ni ideas contrapuestas: la obligación de estar definitivamente en
tránsito.
Ése soy yo,
mi estado natural: ansiedad migratoria cuando desayuno,
ansiedad migratoria mientras leo el diario, mientras me afeito,
cuando camino o estoy hundido en un sillón: a veces
se entromete en la charla y me obliga a dar por terminado el
diálogo:
siempre la impaciencia, hasta que levanto vuelo y no hay regreso: que me
desplace o no
ése es otro problema,
que acierte el rumbo, que haya
o no haya decepción.
Habrá que averiguar qué leña arde en ese fuego.
Santiago Sylvester (Salta, 1942)
Los casos particulares,
Ediciones del Dock,
Buenos Aires, 2014
Ansiedad migratoria: la excitación del pato cuando llega el
momento del viaje:
primero
una inquietud imperceptible, casi un cosquilleo: luego
idas y vueltas alrededor de un centro imaginario, un aleteo
que se torna insoportable: el punto de presión ya no da más
y sucede el desplazamiento: no hay retorno
ni ideas contrapuestas: la obligación de estar definitivamente en
tránsito.
Ése soy yo,
mi estado natural: ansiedad migratoria cuando desayuno,
ansiedad migratoria mientras leo el diario, mientras me afeito,
cuando camino o estoy hundido en un sillón: a veces
se entromete en la charla y me obliga a dar por terminado el
diálogo:
siempre la impaciencia, hasta que levanto vuelo y no hay regreso: que me
desplace o no
ése es otro problema,
que acierte el rumbo, que haya
o no haya decepción.
Habrá que averiguar qué leña arde en ese fuego.
Santiago Sylvester (Salta, 1942)
Los casos particulares,
Ediciones del Dock,
Buenos Aires, 2014
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