No me compadezcas porque la luz del día
al terminar el día deje de recorrer el cielo.
No me compadezcas por las bellezas desaparecidas
en campos y espesuras mientras el año pasa.
No me compadezcas por la menguante luna,
ni porque el reflujo de la marea se retire hacia el mar,
ni porque el deseo del hombre calle tan pronto
y ya no me mires con amor.
Siempre lo he sabido: el amor no es más
que la abierta flor que el viento ataca,
que la gran marea que pisa la cambiante orilla,
esparciendo los restos del naufragio que amontonó la tormenta:
compadécete de mí porque el corazón es lento para aprender
lo que la ágil mente contempla a cada paso.
Edna St. Vincent Millay (Rockland, 1892-Austerlitz, 1950), Selected Poems/The Centenary Edition, Colin Falck, Harper Perennial, Nueva York, 1992
Versión de Jonio González
Foto: Literary New York
al terminar el día deje de recorrer el cielo.
No me compadezcas por las bellezas desaparecidas
en campos y espesuras mientras el año pasa.
No me compadezcas por la menguante luna,
ni porque el reflujo de la marea se retire hacia el mar,
ni porque el deseo del hombre calle tan pronto
y ya no me mires con amor.
Siempre lo he sabido: el amor no es más
que la abierta flor que el viento ataca,
que la gran marea que pisa la cambiante orilla,
esparciendo los restos del naufragio que amontonó la tormenta:
compadécete de mí porque el corazón es lento para aprender
lo que la ágil mente contempla a cada paso.
Edna St. Vincent Millay (Rockland, 1892-Austerlitz, 1950), Selected Poems/The Centenary Edition, Colin Falck, Harper Perennial, Nueva York, 1992
Versión de Jonio González
Foto: Literary New York
Pity me not
Pity me not because the light of day
At close of day no longer walks the sky;
Pity me not for beauties passed away
From field and thicket as the year goes by;
Pity me not the waning of the moon,
Nor that the ebbing tide goes out to sea
Nor that man's desire is hushed so soon,
And you no longer look with love on me.
This I have known always: Love is no more
Than the wide blossom which the wind asails,
Than the great tide that treads the shifing shore,
Strewing fresh wreckage gathered in the gales:
Pity me that the heart is slow to learn
What the swift mind beholds at every turn.
gracias, jonio!
ResponderBorrarUn espíritu delicado.
ResponderBorrarGracias por acercarlo.