La lluvia, como un viajero, camina sobre la noche.
Los rascacielos hacen sus gestos cubistas allí donde
El alcance del hombre excede su estatura mortal;
Las intermitentes multitudes están aquí,
Reunidas por la lluvia bajo los portales, detenidas en su fuga
Entre las casas de comercio y la noche.
Camino entre ellas puesto que es necesario, trasformado
Sobre las aceras, me apropio de sus ojos
Y voy con ellas, deformado, a sus encantadas
Lizas, sus inventadas realidades
De cinematógrafo y canciones; nos retiramos ilesos
Aunque la muerte, con su rostro transformado, está próxima.
Reunidos en el subterráneo, esperamos trenes
Que corren en la oscuridad como por los rieles del tiempo;
Nosotros, lisiados negativos de promesas, apoyamos
Nuestra muleta de huesos en una garabateada viga;
Mientras el ruidoso año golpea imparcialmente, como la lluvia
Sobre elocuente mármol, aguardamos nuestros trenes.
Noche de esta noche; hay una plegaria en mí
Que lee mi destino en su amor.
Ojalá que este cáncer y esta lepra
Prueben la marca soberana de nuestra conjunción.
Este es mi mundo en medio de las bestias que ven;
En ellas sobrellevo la noche, y ellas en mí.
John Malcom Brinnin (Halifax, Canadá, 1916 - Key West, Estados Unidos, 1998), Poesía norteamericana contemporánea, traducciones de William Shand y Alberto Girri, Distribuidora Mexicana de Libros, Ciudad de México, 1976
The Marginal Dark
Rain, like a traveler, walks on the night.
Skyscrapers make their cubist gestures where
The reach of man outruns his mortal height;
The intermittent multitudes are here,
Grouped by the rain in doorways, stopped in flight
Between commercial houses and the night.
I go among them since I must; transformed
Upon the sidewalks, I assume their eyes
And go misshapen with them to their charmed
Arenas, their contrived realities
Of cinema and song; we leave unharmed
Though death is neighbor with his face transformed.
Assembled underground, we wait for trains
That move through darkness like the track of time;
We, cripples, negatives of promise, lean
Our crutch of bones upon a scribbled beam;
While the loud year beats impartially, like rain
On eloquent marble, we await our trains.
Night of this night, there is a prayer in me
Who read my destination in their love.
O may this cancer and this leprosy
The sovereign brand of our conjunction prove.
This is my world among the beasts who see;
In them I endure the night, and they in me.
El alcance del hombre excede su estatura mortal;
Las intermitentes multitudes están aquí,
Reunidas por la lluvia bajo los portales, detenidas en su fuga
Entre las casas de comercio y la noche.
Camino entre ellas puesto que es necesario, trasformado
Sobre las aceras, me apropio de sus ojos
Y voy con ellas, deformado, a sus encantadas
Lizas, sus inventadas realidades
De cinematógrafo y canciones; nos retiramos ilesos
Aunque la muerte, con su rostro transformado, está próxima.
Reunidos en el subterráneo, esperamos trenes
Que corren en la oscuridad como por los rieles del tiempo;
Nosotros, lisiados negativos de promesas, apoyamos
Nuestra muleta de huesos en una garabateada viga;
Mientras el ruidoso año golpea imparcialmente, como la lluvia
Sobre elocuente mármol, aguardamos nuestros trenes.
Noche de esta noche; hay una plegaria en mí
Que lee mi destino en su amor.
Ojalá que este cáncer y esta lepra
Prueben la marca soberana de nuestra conjunción.
Este es mi mundo en medio de las bestias que ven;
En ellas sobrellevo la noche, y ellas en mí.
John Malcom Brinnin (Halifax, Canadá, 1916 - Key West, Estados Unidos, 1998), Poesía norteamericana contemporánea, traducciones de William Shand y Alberto Girri, Distribuidora Mexicana de Libros, Ciudad de México, 1976
The Marginal Dark
Rain, like a traveler, walks on the night.
Skyscrapers make their cubist gestures where
The reach of man outruns his mortal height;
The intermittent multitudes are here,
Grouped by the rain in doorways, stopped in flight
Between commercial houses and the night.
I go among them since I must; transformed
Upon the sidewalks, I assume their eyes
And go misshapen with them to their charmed
Arenas, their contrived realities
Of cinema and song; we leave unharmed
Though death is neighbor with his face transformed.
Assembled underground, we wait for trains
That move through darkness like the track of time;
We, cripples, negatives of promise, lean
Our crutch of bones upon a scribbled beam;
While the loud year beats impartially, like rain
On eloquent marble, we await our trains.
Night of this night, there is a prayer in me
Who read my destination in their love.
O may this cancer and this leprosy
The sovereign brand of our conjunction prove.
This is my world among the beasts who see;
In them I endure the night, and they in me.
Foto: Numéro Cinq
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