Caí una madrugada
a un departamento
deshabitado cerca del Almafuerte.
Nadie me deseaba, nadie
me esperaba en la oscuridad.
El sol imposible, lejos,
como siempre, en algún rincón
del primer piso.
Me froté los pies
durante algunas horas
intentando no pensar.
Y así, hasta el amanecer,
en que el gallo cantó,
y me fui
de donde nunca estuve.
José María Pallaoro (City Bell, 1959), Una medida adecuada a todo, Cuadernos de la Talita Dorada, La Plata, 2012
Conciencia ligera en fuerte alma.
ResponderBorrarLluvia ligera en gran tormenta.
Sr. Administrador, usted es un poeta auténtico, ¿cómo es que publica a Pallaoro?
ResponderBorrar¿Lo hace para fastidiar o como un acto de ínclita bondad sin redención posible?
A veces pienso que lo hace a propósito, perversamente. En Fin...
Sr. Administrador, Pallaoro es un poeta auténtico, y lo auténtico, siempre triunfa.
ResponderBorrar(Ya sé que ud. descontaba que el poeta Pallaoro iba a percatarse de una humorada ad hoc;
mas por las dudas, lo aclaro). Gracias por existir.