Apuntes para una letanía
El sur es mi amor, están los aradores
a la sombra de las encinas o sobre los campos,
duermen atados a la soga
de las yeguas bayas.
Tienen la cara quemada,
una crosta de pan.
Y mujeres suben barrancos,
aprietan a los hijos en el viento,
van buscando llenas de espanto
al hombre que puede no retornar.
El sur es chicos que lloran
en las bocas de los callejones abandonados.
La música es la cínica risa
de la lechuza espía de cada casa.
Por esto en las grandes fiestas
nos encolumnamos detrás de los santos,
rogamos por el sol y por el agua,
tenemos la piel de los maldecidos
cuando los dones nos son negados.
El sur es el amor condenado:
los tábanos nos pican,
nos llega el perfume de la ortiga
cuando el sol toca la lluvia.
El sur es mi amor más extraño:
la bella campesina en medio de las flores
a la que puedes pisotear.
El sur es la canción de los comienzos,
se mueven los dedos
sobre la red de los recuerdos.
El sur es mi abuelo
mi padre y mi madre
y sur es el soldado en Nueva York
que da vueltas con el casco en la espalda,
el hijo bobo de la casa nativa,
y sur también soy yo
que canto la letanía...
(de Seven Poems by Rocco Scotellaro, edición bilingüe, Deliriodendron Press, San Francisco)
Lucania
Me acompaña el silbo de los grillos
y el son de la campana en el cuello
de una inquieta cabrita.
El viento me envuelve
con sutilísimas cintas de plata
y allá, en la sombra de las nubes perdido
yace hecho pedazos un pueblito lucano.
(de Poesie di Rocco Scotellaro)
Rocco Scotellaro (Tricarico, Matera, 1923-Portici, Napoli, 1953)
Versiones de Jorge Aulicino
Appunti per una litania
Sud è il mio amore, sono gli aratori
nell'ombra delle quercie o sulle aie,
dormono legati alle cavezze
delle cavalle baie.
Hanno la faccia bruciata
una crosta di pane.
E donne salgono pendii
si stringono i figli nel vento,
vanno cercando piene di sgomento
l'uomo che può non ritornare.
Sud è bambini che piangono
nelle bocche dei vicoli abbandonati.
La musica è la cinica risata
delle civetta spia d'ogni casa.
Perciò nelle feste grandi
facciamo le colonne dietro ai santi,
preghiamo per l'acqua e per il sole,
abbiamo la pelle dei dannati
quando i doni ci vengono negati.
Sud è l'amore condannato:
mosca cavallina ci solletica,
ci viene il profumo delle ortiche
quando la pioggia è toccata dal sole.
Sud è il mio più strano amore:
la bella contadina in mezzo ai fiori
che tu la puoi pestare.
Sud è la canzone dei primordi,
si muovono le dita
sulla rete dei ricordi.
E sud è il mio nonno
mio padre e mia madre
e sud è il soldato di New York
che vi gira col casco sulle spalle,
lui figlio melenso in casa natia,
e sud sono anch'io
che canto la litania...
Lucania
M'accompagna lo zirlio dei grilli
e il suono del campano al collo
d'un inquieta capretta.
Il vento mi fascia
di sottilissimi nastri d'argento
e là, nell'ombra delle nubi sperduto,
giace in frantumi un paesetto lucano.
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Foto: Rocco Scotellaro en Lucani in Europa
¡Qué bueno es y murió tan joven! Gracias, Irene
ResponderBorrar¿"la bella campesina en medio de las flores / a la que puedes pisotear"? ¿No será "a las que puedes pisotear?" Demasiado reo, si no.
ResponderBorrar"che tu la puoi pestare" dice el autor.
BorrarLamento desconocer el italiano. Supongo que en el sentido de revolcarse juntos.
BorrarSupongo que en el sentido de pisar junto con las flores, pasarle por arriba, o incluso apalear, que es una segunda acepción de pestare y a lo que probablemente también aluda Scotellaro. Ese "tú" al que se dirige es, a mi entender, cualquiera, una segunda persona neutra.
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