jueves, noviembre 10, 2011

Propercio / Tres elegías



Tres elegías de Sexto Propercio
Versiones y notas de Ángel Faretta

II, 28 B
Desertan los rombos (*) mágicos tras el nulo encanto,
Yace exangüe el laurel una vez agotado el fuego;
Y hasta la luna se niega a descender desde el cielo
El ave muy negra nos trae una profecía tan funesta.
El hado en su nave llevará nuestros amores,
Muy azul y con velas, hasta los lagos infernales.
No de uno sino de dos, por favor, ten piedad,
Que yo viva si ella vive, y si no que muera.
Por sus votos te prometo que en mis carmina
Yo cantaré: ‘El gran Jove salvó a mi niña’
Sentada a tus pies, ella, luego del sacrificio,
Habrá de narrarte el peligro ahora pasado.

Deficiunt magi torti sub carmine rhombi
et iacet exstincto laurus adusta foco;
et iam Luna negat totiens descendere caelo,
nigraque funestum concinit omnen auis.
una ratis fati nostros portabit amores
caerula ad infernos uelificata lacus.
si non unius, quaeso, miserere duorum!
uiuam, si uiuet; si cadet illa, cadam.
pro quibus optatis sacro me carmine damno:
scriban ego ‘Per magnum est salua puella Iouem’;
ante tuosque pedes illa ipsa operata sedebit,
narrabitque sedens longa pericla sua.

* esos rombos (“rhombi”) eran una suerte de husos que se empleaban en la magia adivinatoria. Al parecer estaban cubiertos de hilos de diversos  colores que eran devanados según ciertas fechas para la predicción.
Lo que sigue: el laurel quemado, el ave negra, etc., es de fácil comprensión. Que la nave sea azul (“caerulea”, de “caelo”, cielo) baste decir aquí que este color-emblema tendrá una larguísima descendencia lírica. Aunque en castellano “azul” nos viene del árabe “lazurd” y éste a su vez del persa “lazawurd”.
Puede agregarse que Propercio era uno de los poetas pertenecientes al círculo de Mecenas junto a Virgilio, Horacio, et al. Y que concreta líricamente aquí, en este carmen, algo central de la política imperial augustea recientemente inaugurada: la de volver a la estricta práctica de la religión tradicional romana con su Júpiter-Juno en lo más alto y eliminar todo ejercicio mágico y mántico.
Si es cierta una de las versiones que se dan al respecto, Ovidio fue desterrado a Tomis -hoy Constanza- junto al Ponto Euxino (Mar Negro) en la actual Rumania, por haberse inmiscuido en uno de esos ejercicios mágicos.

III, 25 
Yo era motivo de risas entre los comensales
Y todos podían hacerme pasto de sus chismes,
Aunque he podido servirte por cinco años
Mordiéndote las uñas llorarás mi ser fiel.
No me afecta tu llanto que supo atraparme,
Siempre lo fabricas, Cintia, para hacerme tuyo.
Yo sí iré llorando, pero tu incuria supera el llanto
Pues eres tú la que impide que un yugo nos una.
Más no pasen del umbral de queja mis palabras
Ni quiebren a golpes tu puerta mis manos.
Que el célere tiempo se agazape en los años
Y que se apresure veloz la siniestra arruga.
Allí querrás arrancarte tu blanca cabellera
Cuando el espejo te increpe, ay, las arrugas.
Excluida, habrás de soportar tantas arrogancias
Quejándote de lo que hiciste y te hacen ahora.
He aquí lo que cruel, ésta, mi página te augura:
¡Date cuenta que tu belleza es fugaz y tiembla!

Risum eram positis inter conuiuia mensis,
et de me poterat quilibet esse loquax,
quinqui tibe potui seruire fideliter annos:
unge meam morso saepe querere fidem.
nil moueor lacrimis: ista sum captus ab arte (*);
semper ad insidiis, Cynthia, flere soles.
flebo ego discedens, sed fletum iniuria uincit:
tu bene conueniens non sinis ire iugum.
limina iam nostris ualeant lacrimantia uerbis,
nec tamen irata ianua fracta manu.
at te celatis aetas grauis urgeat annis,
et ueniat formae ruga sinistra tuae!
uellere tum cupias albos a stirpe capillos,
a! Speculo rugas increpitante tibi,
exclusa inque uicem fastus patiare superbos,
et quae fecisti facta queraris anus!
has tibi fatalis cecinit mea pagina diras:
euentum formae disce timere tuae!

* No sé si hará faltar hacerlo a esta altura, pero me permito señalar aquí que en esta variante del topos del tempus fugit puede verse buena parte de la progenie lírica del tango argentino.

* “arte”, aquí es simulación, cosa hecha en forma ficticia. De allí nuestro “fabricar”.

II,  29 B
Era de mañana y busqué saber si dormía sola,
Así hice y vi que Cintia en su lecho sola estaba.
Sorprendido porque jamás me pareció tan bella
Ni aún cuando de purpúrea (*) túnica sale vestida
Para narrarle todos sus sueños a la casta Diva (*)
Y saber no fueran funestos para mí ni para ella.
Tal me pareció al verla salir del sueño reciente.
Ay, cuanto vale toda su cándida forma inerte.
“¿Qué, dijo despertando, haces de vigía de tu amante?
Piensas que mis hábitos son iguales a los que gastas?
No soy tan fácil. Con ser tan solo de uno me basta.
Puede que seas tú, puede que otro, si éste fiel me sea.
No aparecen vestigios del peso de otro en mi litera
Ni hay huellas de cuerpos que han retozado a dúo,
Ve y comprueba como en todo mi cuerpo no aflora
Siquiera un soplo (*) que diga que aquí adulterio hubo”
Eso me dijo y tras apartar con su diestra mi beso
Calzó los pies en muelles sandalias dejando el lecho.
Así es como perdí su sabio amor de tanto velarlo
Y desde ese día infeliz soy por no abrazarlo.


Mane erat, e uolui, si sola quiesceret illa,
uisere: at in lecto Cynthia sola fuit.
obstipui: non illa mihi formosior umquam
uisa, neque ostrina cum fuit in tunica,
ibat et hinc castae narratum somnia Vestae,
neu sibi neue mihi quae nocitura forent:
talis uisa mihi somno dimissa recenti.
heu quamtum per se candida forma ualet!
Quid tu matutinus, ‘ait, speculator amicae?
me similen uestris moribus esse putas?
non ego tam facilis: sat erit mihi cognitus unus,
uel tu uel si quis uerior esse potest,
apparent non ulla toro uestigia presso,
signa uolutantis nec iacuisse duos.
aspice ut in toto nullus mihi corpore surgat
spiritus admisso notus adulterio.’
dixit, et opposita propellens sauia dextra
prosilit in laxa nixa pedem solea.
sic ego tam sancti custos deudor amoris:
ex illo felix nox mihi nulla fuit.

*: ostrina. Es “púrpura”. En cambio “purpureus” refería al violeta pero también a un tono entre rojizo y castaño.

*: en el original “casta Vesta”. Se me ocurre “casta diva”, “diosa pura” o “casta” porque favorece la eufonía de esta versión y por la célebre aria -en rigor una cavatina- de la “Norma” de Vincenzo Bellini con libreto de Felice Romani. Aquí es la sacerdotisa druida Norma la que se dirige en plegaria a la Luna, y en donde pide la derrota de los romanos, lo que luego, como todos sabemos, tendrá un giro de ironía trágica.
 Las funciones de la diosa Vesta eran las de protectora del primer espacio del hogar romano, situado entre el interior y la calle -de allí “vestíbulo”-, donde ardía una llama a toda hora, como también ser la depositaria de los sueños de las mujeres y señalarles si pertenecían a lo fasto o nefasto.
De allí la simbólica de los sueños como ese primer espacio, esa “antesala” del hogar nocturno regido por los hijos de Oneiros -vuelto Somnio por los romanos. El primero de esos hijos es Morfeo por “morfé”, puesto que toma la forma de diversas apariencias, todas humanas, eso sí. Sigue Fóbetor que fabrica formas animales, y luego Fántasos, que lo hace con rocas, ríos y demás, “quaeque vacant anima”: “cuanto vacío está de ánima”, como dice el verso 643 de las “Metamorfosis” de Ovidio, una obra que junto a la  inconclusa “Fastos” es un filón para señalizaciones de este tipo.

* “spiritus”. Algunos traducen “olor”.  Me parece poco romano. Que es un idioma -y un temperamento- seco, viril, limpio hasta cuando insulta. Cierto que puede ser “huella” o “señal”, pero “soplo” -además en castellano- me parece lo mejor.

Sexto Propercio (Umbria, 47 a.C.-Roma, 15 a.C.)

Ilustración: Propercio y Cintia en Tivoli, c.1827, Auguste Jean Baptiste Vinchon

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