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domingo, abril 04, 2010
Alberto Girri / Dos poemas, para Pascuas
Amistad con Cristo
Su diálogo,
y su hosco titubear,
entre el acicate de oírlo
y el valor de devorarlo;
interlocutor sin boca,
presentación del reino.
Su oficio,
el manejo de la eternidad,
llevando nuestro instante,
-nacimiento y destrucción,
fama y deshonras-,
a tomar existencia.
Su ciencia,
y conservado en ella
el dolor que nos alcanza,
el que deja de alcanzarnos,
el desgarro que es nuestro dolor
al aceptarlo en nuestro dolor.
Hasta acá el buen deseo,
la llave para entrar
y ser amigos, no siervos;
pero irritada, sin conmoverse,
la sucia inteligencia protesta,
enrostra el contacto,
y preferiríamos ser abatidos,
hechos polvo sin misericordia.
Apúrate a ayudarnos.
De un pájaro nocturno
Móvil, consistente y móvil,
una fronda se esparce
y cubre y entibia
para que él descienda,
beldad sin origen,
plumas rojas y plumas de oro,
talla gigante, pico de rapiña.
Tan pronto, apenas
el aletazo y el grito me sacuden,
pasa por sus ojos el instante
de trescientos, de quinientos años,
y encendiendo una fogata
se arroja a ella, se extingue
y vuelve a resurgir sobre mi hombro,
ciclo de todas las noches, portavoz
de la eterna juventud del fuego,
de la música de la resurrección
que cantan las cenizas.
Fénix.
Alberto Girri (Buenos Aires, 1919-1991), "La penitencia y el mérito", 1957, Obra poética I, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1977
Ilustración: Iesous Khristos Theou Yios Soter (Jesucristo, hijo de Dios, Salvador), antigua representación cristiana de Jesucristo
Sobre el primero, algo parecido a Jesús:
ResponderBorrar"Yo no te uso. Yo te amo".
Raúl Gustavo Aguirre
de "Alguna memoria". I.G.