Negativa a lamentar la muerte por fuego de una niña en Londres
Nunca antes de que el hombre creara
pájaro bestia y flor
y toda la humillante oscuridad
diga silenciosa la manifestación de la última luz naciente
y la hora quieta
llegue desde el mar cabalgando en su montura,
y yo deba entrar nuevamente en la circular
Zion de la gota de agua
y en la sinagoga de la espiga de maíz
he de dejar un rezo a la sombra de un sonido
o sembraré mi grano de sal
en el más recóndito valle de arpillera antes que lamentar
la majestad y la inflamada muerte de la niña.
No mataré
su humana partida con una grave verdad
ni blasfemaré sobre las estaciones del aliento
con una postrera
elegía de inocencia y juventud.
En la profundidad, junto a los primeros muertos, yace la hija de Londres
vestida por los viejos amigos,
los granos sin edad, las oscuras venas de su madre,
oculta bajo el agua sin duelo
del cabalgante Támesis.
Después de la primera muerte, no hay otra.
Dylan Marlais Thomas (Swansea, Gales, 1914 – Nueva York, 1953), de Death and Entrances, 1946
Versión de Silvia Camerotto
A Refusal to Mourn the Death, by Fire, of a Child in London
Never until the mankind making/ Bird beast and flower/ Fathering and all humbling darkness/ Tells with silence the last light breaking/ And the still hour/ Is come of the sea tumbling in harness, //And I must enter again the round/ Zion of the water bead/ And the synagogue of the ear of corn/ Shall I let pray the shadow of a sound/ Or sow my salt seed/ In the least valley of sackcloth to mourn//The majesty and burning of the child's death./ I shall not murder/ The mankind of her going with a grave truth/ Nor blaspheme down the stations of the breath/ With any further/ Elegy of innocence and youth.// Deep with the first dead lies London's daughter,/ Robed in the long friends,/ The grains beyond age, the dark veins of her mother,/ Secret by the unmourning water/ Of the riding Thames./ After the first death, there is no other.
---
Foto: Dylan Thomas, durante un ensayo de Bajo el bosque de leche, Nueva York, 1953 Rollie McKenna/Grupo Buseta de Papel
Nunca antes de que el hombre creara
pájaro bestia y flor
y toda la humillante oscuridad
diga silenciosa la manifestación de la última luz naciente
y la hora quieta
llegue desde el mar cabalgando en su montura,
y yo deba entrar nuevamente en la circular
Zion de la gota de agua
y en la sinagoga de la espiga de maíz
he de dejar un rezo a la sombra de un sonido
o sembraré mi grano de sal
en el más recóndito valle de arpillera antes que lamentar
la majestad y la inflamada muerte de la niña.
No mataré
su humana partida con una grave verdad
ni blasfemaré sobre las estaciones del aliento
con una postrera
elegía de inocencia y juventud.
En la profundidad, junto a los primeros muertos, yace la hija de Londres
vestida por los viejos amigos,
los granos sin edad, las oscuras venas de su madre,
oculta bajo el agua sin duelo
del cabalgante Támesis.
Después de la primera muerte, no hay otra.
Dylan Marlais Thomas (Swansea, Gales, 1914 – Nueva York, 1953), de Death and Entrances, 1946
Versión de Silvia Camerotto
A Refusal to Mourn the Death, by Fire, of a Child in London
Never until the mankind making/ Bird beast and flower/ Fathering and all humbling darkness/ Tells with silence the last light breaking/ And the still hour/ Is come of the sea tumbling in harness, //And I must enter again the round/ Zion of the water bead/ And the synagogue of the ear of corn/ Shall I let pray the shadow of a sound/ Or sow my salt seed/ In the least valley of sackcloth to mourn//The majesty and burning of the child's death./ I shall not murder/ The mankind of her going with a grave truth/ Nor blaspheme down the stations of the breath/ With any further/ Elegy of innocence and youth.// Deep with the first dead lies London's daughter,/ Robed in the long friends,/ The grains beyond age, the dark veins of her mother,/ Secret by the unmourning water/ Of the riding Thames./ After the first death, there is no other.
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Foto: Dylan Thomas, durante un ensayo de Bajo el bosque de leche, Nueva York, 1953 Rollie McKenna/Grupo Buseta de Papel
De Dylan Thomas en este blog:
Linda, linda versión. estos poetas, cómo mienten: primero dicen: No mataré
ResponderBorrarsu humana partida con una grave verdad
y después se mandan esta bomba: Después de la primera muerte, no hay otra.
Mi saludo, irene
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ResponderBorrarSencillamente sublime.
Las palabras salen al encuentro de las soledades y de los amores mas recónditos dentro de cada uno.
GRACIAS...!!!
DANIEL, DESDE MATADEROS
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ah, silvia, qué linda versión!
ResponderBorrarah, jorge, me recordaste el viejo vértigo de asomarme a estos poemas por primera vez!
laura wittner.