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domingo, marzo 29, 2009
La felicidad
Felices de vosotros
Felices de vosotros, los imbéciles,
los que nada pensáis ni sentís nada,
huecos de corazón y de cerebro,
espíritus sin luz, almas sin almas.
Felices, sí, felices los que sólo
alimentáis famélicos la panza.
Y flotáis en los mares de la vida
como flota lo fofo sobre el agua.
¡Quién pudiera matar el pensamiento,
aniquilar el corazón y el alma,
y vivir en las sombras sumergido,
sin conciencia, sin luz, sin sol, sin ansias!
Alberto Ghiraldo (Buenos Aires, 1874 ó '75-Santiago de Chile, 1946), Los mejores poemas de la poesía argentina, Corregidor, Buenos Aires, 1974
Foto: Ghiraldo, en Historia Argentina, de Diego Abad de Santillán, Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires, 1971 Wikipedia
¿Me parece o habla igual a Darío?
ResponderBorrarDichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...