Cómo he pensado en ti esta noche Walt Whitman, mientras
caminaba por las callejuelas, bajo los árboles, con dolor de cabeza,
ensimismado en la contemplación de la luna llena.
¡En mi hambrienta fatiga, y para comprar imágenes, entré en el
supermercado de frutas, soñando con tus enumeraciones!
¡Qué duraznos y qué penumbras! ¡Familias enteras comprando de noche!
¡Pasillos llenos de maridos! ¡Esposas en las palpas, bebés en los
tomates!; y tú, García Lorca, ¿qué hacías allí junto a las sandías?
Te vi, Walt Whitman, sin niños, solitario viejo harapiento
hurgando entre las carnes en el refrigerador, y mirando
a los muchachos de la carnicería.
Oí las preguntas que les hacías a cada uno de ellos. ¿Quién
mató las costillas de cerdo? ¿A qué precio las bananas? ¿Eres mi Angel?
Anduve alternativamente por las brillantes pilas de latas,
siguiéndote, perseguido en mi imaginación por el policía del negocio.
Juntos recorrimos los abiertos corredores, en nuestra solitaria
fantasía, probando alcauciles, gozando de cada una de las heladas golosinas
y sin pasar nunca por la caja.
¿A dónde vamos, Walt Whitman? Las puertas se cerrarán dentro
de una hora. ¿Hacia dónde apunta tu barba esta noche?
(Toco tu libro, y sueño con nuestra odisea en el supermercado y me siento absurdo).
¿Caminaremos toda la noche por las calles solitarias? Los árboles
añaden sombra a las sombras, las luces de las casas se apagaron,
nos sentiremos solos.
¿Pasaremos soñando con la perdida América del amor al lado
de automóviles azules en las carreteras, camino hacia nuestra silenciosa casita?
Ah, padre querido, barba gris, solitario y viejo maestro del valor,
¿qué América tuviste cuando Caronte dejó de impulsar su barca y tú
descendiste a una humeante orilla observando cómo desaparecía la
balsa sobre las negras aguas del Leteo?
[1955]
Allen Ginsberg (Newark, Nueva Jersey, Estados Unidos, 1926- Nueva York, Estados Unidos, 1997), Poesía norteamericana contemporánea, Distribuidora Mexicana, Ciudad de México, 1976
Traducción de Alberto Girri y William Shand
Foto: Allen Ginsberg, San Francisco, 1994 Elizabeth Mangelsdorf/Prensa Asociada/Los Angeles Times
A Supermarket in California
What thoughts I have of you tonight, Walt Whitman, for I walked down the sidestreets under the trees with a headache self-conscious looking at the full moon.
In my hungry fatigue, and shopping for images, I went into the neon fruit supermarket, dreaming of your enumerations!
What peaches and what penumbras! Whole families shopping at night! Aisles full of husbands! Wives in the avocados, babies in the tomatoes!—and you, Garcia Lorca, what were you doing down by the watermelons?
I saw you, Walt Whitman, childless, lonely old grubber, poking among the meats in the refrigerator and eyeing the grocery boys.
I heard you asking questions of each: Who killed the pork chops? What price bananas? Are you my Angel?
I wandered in and out of the brilliant stacks of cans following you, and followed in my imagination by the store detective.
We strode down the open corridors together in our solitary fancy tasting artichokes, possessing every frozen delicacy, and never passing the cashier.
Where are we going, Walt Whitman? The doors close in an hour. Which way does your beard point tonight?
(I touch your book and dream of our odyssey in the supermarket and feel absurd.)
Will we walk all night through solitary streets? The trees add shade to shade, lights out in the houses, we'll both be lonely.
Will we stroll dreaming of the lost America of love past blue automobiles in driveways, home to our silent cottage?
Ah, dear father, graybeard, lonely old courage-teacher, what America did you have when Charon quit poling his ferry and you got out on a smoking bank and stood watching the boat disappear on the black waters of Lethe?
Berkeley, 1955
POETRY FOUNDATION Allen Ginsberg, “A Supermarket in California” from Collected Poems 1947-1980. Copyright © 1984 by Allen Ginsberg. Reprinted with the permission of HarperCollins Publishers, Inc.
HACIA DONDE APUNTA TU BARBA ESTA NOCHE....................
ResponderBorrarrecuerdo haber leido una mala traducción de "Hojas de hierba" en una sola noche. Corto si. Me pregunté casi lo mismo que Grinberg. Casi... claro. Sin prosa, sin genio, sin eso que tiene Allen.